ARAG-ASAJA ha rechazado el 25 de agosto, la nueva reforma del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos aprobada en el Pleno del Congreso que entrará en vigor en enero de 2023 y que busca que el sector agrario pague cotizaciones sociales en función de sus ingresos reales mediante un sistema de tramos, que se definen teniendo en cuenta los rendimientos netos del autónomo.El nuevo sistema de cotización para los trabajadores por cuenta propia consta de 13 tramos distintos de rendimientos netos lo que supondrá, según los cálculos de ASAJA, un incremento de costes sociales de cerca del 40% para los agricultores y ganaderos profesionales.
Según la asociación agraria, los autónomos que tienen ingresos bajos y están clasificados en cualquiera de los primeros dos tramos (menos de 600 euros o de 600 a 900 euros) experimentarán un ahorro; los del tercer tramo (de 900 euros a 1.125,9 euros) no notarán la diferencia, mientras que los que se encuadren en cualquiera de los diez tramos restantes, la inmensa mayoría de los cotizantes agrarios y de los profesionales del campo, tendrán que pagar más a la Seguridad Social con incrementos en las cuotas que llegarían en algunos casos a pagar el triple de lo que se cotiza en la actualidad. Con este sistema los agricultores pueden cambiar de tramo hasta 6 veces en un año y la cuota que pagarán a la Seguridad Social se calculara sobre esa base. ARAG-ASAJA considera que este mecanismo de cotización no tiene en cuenta las características fiscales especificas del sector agrario y al ser un método basado en rendimientos netos, los autónomos agrarios pagarán en función de su capacidad de deducción de gastos, no de sus ingresos reales.
Para ARAG-ASAJA, se trata de una nueva vuelta de tuerca para un sector asfixiado por los incrementos de los costes de producción, la imposibilidad de repercutirlos en el precio de venta de los productos y por las limitaciones productivas que impone la nueva PAC, con mayores condicionamientos medioambientales.
Una vez más, el Gobierno, lejos de aportar soluciones, exprime aún más las maltrechas economías agrarias y pone de nuevo en jaque al campo español.