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La European Federation of Origin Wines (www.efow.eu) ha remitido, el pasado 26 de enero, una carta abierta al  comisario de Agricultura de la UE, Janusz Wojciechowski; la presidencia portuguesa del Consejo, ministra de Agricultura, Maria do Céu Antunes, y al ponente de la Organización Común de Mercados Agrícolas, el eurodiputado Eric Andrieu sobre las autorizaciones para plantaciones, que publicamos íntegramente a continuación.

Estimada señora y estimados señores:

EFOW, la European Federation of Origin Wines (www.efow.eu), organización europea de la que la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV, www.vinosdo.wine) forma parte junto a las organizaciones representativas de las DDOO en Francia, Italia y Portugal, quiere compartir con ustedes su gran preocupación sobre el futuro del régimen de autorizaciones para plantaciones de viñedo a partir de 2030. Creemos que el debate sobre la prórroga está siendo manipulado por motivos ideológicos que carecen de fundamento real con respecto a la vida económica de nuestros territorios.

El Consejo y el Parlamento Europeo tienen un mandato sólido y claro: prolongar la vigencia del actual sistema de gestión de plantaciones con un crecimiento anual del 1 %, ya que es beneficioso para el sector. Además, permite un desarrollo progresivo del viñedo, única vía posible para cumplir con el Pacto Verde Europeo.

La Comisión Europea, cuya función es facilitar el debate y el acuerdo entre los colegisladores durante los trílogos, se está excediendo en sus funciones al proponer un crecimiento anual del 2% de los viñedos europeos a partir de 2031. Esta propuesta de compromiso no respeta los mandatos del Parlamento Europeo y del Consejo. Es incomprensible e irresponsable puesto que pone en serio peligro el futuro desarrollo equilibrado de nuestro sector.

En relación con las autorizaciones de plantaciones, lo único que debe importarnos es alcanzar un acuerdo sobre la fecha hasta la que debe prolongarse este régimen que permite al viñedo crecer en función del desarrollo de los mercados (2040 – mandato del Consejo vs 2050 – mandato del Parlamento Europeo). EFOW y sus miembros creen que es esencial preservar un instrumento que permite el crecimiento adecuado y dinámico del viñedo de la UE y subrayan la importancia de que este sistema perdure en el tiempo. Esta herramienta, que garantiza un crecimiento sostenible del viñedo, constituye uno de los pilares de la política vitivinícola de la UE. El régimen de plantaciones ayuda a evitar crisis de sobreproducción y la posterior disminución de la calidad. También ayuda a mantener la diversidad de viñedos en zonas difíciles, permite el desarrollo de explotaciones familiares y promueve la instalación de jóvenes viticultores. Además, la reforma en curso ha identificado importantes soluciones para facilitar que los viñedos crezcan lo estrictamente necesario.

Los aranceles de represalia impuestos por los Estados Unidos sobre los vinos con denominación de origen de la UE, así como la crisis del COVID-19 son claros ejemplos de cómo el mercado europeo del vino, que se encontraba relativamente en buena forma, puede desestabilizarse rápidamente. Los Estados miembros, en colaboración con los operadores, han tenido que adoptar medidas firmes para equilibrar los mercados (destilación de crisis, almacenamiento privado, cosecha en verde, etc.). y es posible que tengan que adoptar nuevas medidas este año.

La crisis del COVID-19 está lejos de terminar, el impacto en los operadores será duradero y serán necesarios muchos años para volver a los niveles anteriores a la crisis. Además, tal y como ha destacado recientemente la Comisión Europea en el Informe de Perspectivas Agrícolas de la UE de 2020, existe una tendencia de disminución constante del consumo de vino debido a los cambios en los hábitos de consumo.

Por último, nos parece obvio que el régimen actual de plantaciones es una herramienta que permite al sector vitivinícola responder mejor a los desafíos que plantea el Pacto Verde Europeo. Este crecimiento del 1% permite a los viticultores buscar la sostenibilidad social, económica y medioambiental. Sin este equilibrio y teniendo en cuenta la situación actual del mercado, habrá graves riesgos de despoblación rural -abandono de zonas difíciles y remotas- y sobreexplotación -traslados a zonas de alta producción (de laderas a valles), lo que dará lugar a una volatilidad de precios, ingresos inestables para los productores y, como resultado, una inversión menor y un desperdicio de recursos debido a la sobreproducción.

La viticultura, especialmente aquella con denominación de origen, necesita hoy en día certidumbre y estabilidad. De ahí que los viticultores, en estos tiempos tan difíciles, no estén buscando un aumento significativo del porcentaje de crecimiento de las plantaciones.

Los mandatos incluyen revisiones del sistema de autorizaciones. Si es necesario se puede debatir el porcentaje en esta ocasión. Hoy pedimos a los colegisladores que negocien la fecha final del sistema con el objetivo de ofrecer a los operadores una visión clara que les ayude a decidir sobre su planificación e inversiones. Si no se recibe una respuesta a esta pregunta clave, la incertidumbre del sector vitivinícola, fuertemente afectado por el COVID-19 y por los aranceles de represalia, no haría más que aumentar y este quedaría gravemente debilitado.

 

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