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La adecuación permitirá disponer de casi 2.300 metros cuadrados para el laboratorio agroalimentario de Cádiz, que será referencia para el sector del vino. La inversión será de 2,6 millones de euros en unas obras que tienen un plazo de ejecución de ocho meses y que está financiadas con fondos Feader.

El Consejo de Gobierno ha aprobado un decreto por el que acepta la transmisión de la propiedad mediante mutación demanial subjetiva, a favor de la Comunidad Autónoma de Andalucía, del edificio conocido como Centro Tecnológico del Vino. Ubicado en el Parque Tecnológico Agroalimentario de Jerez de la Frontera, la cesión ha sido acordada por el Ayuntamiento de esta ciudad con destino a Laboratorio de Control Oficial Agroalimentario de la Junta de Andalucía en Cádiz, que hará de éste el centro de referencia en el sector del vino y de otras bebidas alcohólicas como brandis o bebidas espirituosas, así como vinagres y refrescos.

De esta forma, la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, a través de la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía, a la que queda adscrita; invertirá más de 2,6 millones de euros en unas obras que tienen un plazo de ejecución de ocho meses y que están financiadas con fondos Feader. La superficie total de este laboratorio es de casi 2.300 metros cuadrados sobre los que se actuará con un proyecto de obra que ya está en fase de supervisión para su validación definitiva y la licitación de las obras.

En el Laboratorio de Control Oficial Agroalimentario de la Junta de Andalucía en Cádiz se realizarán, además de determinaciones del control de la calidad, actuaciones en el ámbito de la I+D+i, para contribuir al crecimiento del sector a través de herramientas tecnológicas y de gestión productiva en el sector vitivinícola, contando con el asesoramiento y apoyo de los Consejos Reguladores de Andalucía. Respecto al ámbito veterinario se trabajará en aspectos tales como la detección de patógenos mediante técnicas serológicas, así como el Control Lechero Oficial.

Con su construcción, se consigue una mejor utilización de los recursos humanos y materiales, además de unificar los servicios en un solo inmueble, adaptar las instalaciones a los usos requeridos en la actualidad, tanto a los efectos de información, asesoramiento o formación, y poner a disposición del sector agroalimentario infraestructuras modernas y más eficientes.

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