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Martínez Lizán ha asegurado que “los agricultores quieren desarrollar su labor, la que le gusta y le apasiona y de la que espera tener un rendimiento, es decir que vea recompensando su esfuerzo con el valor que deben tener sus productos. En ese sentido, las políticas que se tienen que implementar tienen que ir orientadas más a esa línea”.

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha enviado el 15 de febrero al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) un documento que recoge las propuestas de las organizaciones profesionales agrarias ASAJA, UPA, COAG y Cooperativas Agroalimentarias, y del propio Ejecutivo autonómico para adaptar la Política Agraria Común (PAC) a la realidad agronómica de la región y que esos cambios sean estructurales para el actual período PAC 23-27.

Así lo ha explicado el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Julián Martínez Lizán, en una rueda de prensa en la que ha insistido en que este documento se ha elaborado teniendo en cuenta los aspectos diferenciales de las distintas comarcas de Castilla-La Mancha, la experiencia del primer año de aplicación de la PAC de este período, “tal vez uno de los programas más complejos que hemos desarrollado en las últimas décadas”, y después de haber escuchado a agricultores y ganaderos a través de sus canales de interlocución.

“Entendemos que es nuestra obligación acompañarlos en estas reivindicaciones ante el Ministerio y la Unión Europea, para que se tomen esas medidas estructurales y seguir garantizando su funcionamiento, todo ello pensado que en 2025 está prevista la revisión intermedia de la PAC en la que también se podrán hacer nuevas aportaciones para seguir implementando medidas de apoyo al sector”, ha dicho el consejero.

Cambios propuestos

El consejero ha explicado que el documento, que también da respuesta a las movilizaciones de estos días, recoge cuestiones relativas a la reducción de la burocracia; al cuaderno de explotación digital; los ecorregímenes y las ayudas asociadas.

Respecto a la primera cuestión, se propone una simplificación de los trámites burocráticos a la hora de realizar la PAC para aminorar la carga administrativa que soportan agricultores y ganaderos.

Para el cuaderno digital, el Gobierno regional, “ante la dificultad para poder aplicarlo” propone la eliminación de la obligación para explotaciones de hasta cinco hectáreas en regadío y 30 en secano y también para las explotaciones que cobren menos de 5.000 euros de subvención de la PAC, así como la suspensión de la obligación del mismo para el resto hasta el 2027.

En lo relativo a los ecorregímenes, el consejero ha explicado que, en pastoreo extensivo, el período mínimo se lleve a 60 días y no a los 120 establecidos y que la carga ganadera en zonas con más dificultades por cuestiones climatológicas se baje “por la necesidad de tener que disponer de más hectáreas para alimentar al ganado”.

En cuanto a la rotación de cultivos, sobre todo en herbáceos, “pensamos que con un 25 por ciento estaría más que justificado”. Asimismo, en la misma práctica el barbecho no podrá representar más del 40 por ciento de la superficie de la tierra de cultivo correspondiente de la explotación.

En la siembra directa, se plantea que se permita el laboreo vertical, con la que no se mueve la estructura del suelo y por tanto “no se cambia el perfil de cada parcela, lo que facilitará también la posibilidad de acumular mayor cantidad de agua en la época de lluvia”.

Por lo que respecta a las áreas de biodiversidad, se proponen reducir el porcentaje del siete al tres por ciento en secano y leñosos y del cuatro al dos por ciento en regadío. También que el espacio de biodiversidad de no cosechado se amplíe a otros cultivos herbáceos como proteaginosas; y permitir superficie de herbáceos de no cosechado en parcelas no colindantes.

En cuanto a las cubiertas vegetales inertes, se demanda que se permitan labores verticales; que se puedan mantener la cubierta en calles alternas, por tanto, la mitad de la explotación quedaría libre para realizar diferentes opciones, por un lado, labores que sean beneficiosas para la retención de agua en las zonas de mayor sequía y, por otro, que se permitan enterrados en tratamiento de las cubiertas como aportación mineral orgánica para abonado de los cultivos.

De la misma manera, el Gobierno regional propone implementar una nueva propuesta de ecorrégimen de cubiertas (vivas o inertes) combinado con fertilización orgánica (estercolados). La proposición consiste en realizar la cubierta en calles alternas de cultivo, permitiendo el laboreo en las calles donde no se deja cubierta, más la aplicación de abono orgánico cada tres años con laboreo superficial de las calles donde no hay cubierta vegetal viva o inerte. “De esta manera, ayudaríamos también al sector ganadero de manera indirecta puesto que se podrían usar estiércoles que se generan en las explotaciones. Castilla-La Mancha dispone de una campaña ganadera suficiente en estos momentos para atender la demanda”, ha explicado Martínez Lizán.

También en el caso de las cubiertas, tanto vegetales como inertes, la propuesta pasa por hacer cruces para que un año tengan una dirección y al año siguiente se hagan de forma perpendicular lo que facilitaría el desarrollo radicular de las plantas. “El objetivo es que más personas se puedan acoger a una medida interesante pero que hoy por hoy no tiene viabilidad sobre todo en los cultivos de secano”, ha explicado el consejero.

En cuanto a las ayudas asociadas, se propone una modificación para la ayuda a los ganaderos extensivos y semiextensivos de ovino y caprino sin pastos a su disposición y que pastorean superficies de rastrojeras, barbechos y restos hortícolas.

Recompensar el esfuerzo con el valor del producto

En relación a todas estas cuestiones el consejero ha asegurado que el Gobierno regional es consciente de lo que suponen las movilizaciones de estos días “y de que son una alerta al sistema político que les regula”. En ese sentido, ha afirmado que “como administración autonómica tenemos que tomar cartas en el asunto y medidas de apoyo real y decidido al sector, pero también lo debe hacer el Ministerio y quien hoy por hoy tiene las competencias, que es la Comisión Europea, que es quien marca las reglas del juego”.

Julián Martínez Lizán ha asegurado que “hay que olvidarse un poco del paradigma de que el agricultor lo que quiere son subvenciones porque, lo digo de buena fe, un agricultor lo que quiere es desarrollar su labor, la que le gusta y le apasiona, y de la que espera tener un rendimiento. Es decir, que vea recompensando su esfuerzo con el valor que tienen que tener sus productos y las políticas que se tienen que implementar tienen que ir orientadas más a esa línea que a cualquier otra posibilidad de ayuda económica en compensación de las dificultades que se le implementan en el desarrollo de la actividad”.

Cláusulas espejo, plan de capacitación digital y otras medidas

Ya fuera de la PAC, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha demandado que “la aplicación de cláusulas espejo debe ser una realidad inminente por parte de la Comisión Europea en los acuerdos comerciales con terceros países” y ha asegurado que es una “medida imprescindible que tiene que aplicarse sí o sí”.

Julián Martínez Lizán ha anunciado un plan de capacitación digital para el sector agropecuario que se dará a conocer en los próximos meses “y que puede ayudar mucho a agricultores y ganaderos para manejar el programa vinculado a la PAC, o saber cómo se puede manejar el cuaderno digital si, una vez solicitado su retraso en la aplicación, alguna persona decidiera desarrollarlo por iniciativa propia”.

Por otro lado, el consejero ha avanzado que en próximos días se firmará un acuerdo con las entidades bancarias con en el que se pondrá a disposición del sector préstamos preferentes para agricultores y ganaderos.

Otra propuesta en la que está trabajando el Ejecutivo autonómico es que el sector agrario sea susceptible de ser considerado sumidero de carbono, colaborando con el mismo a través de proyectos de innovación articulados a través de las líneas de ayuda regionales.

Para paliar los daños causados por la sequía, Julián Martínez Lizán ha indicado que Castilla-La Mancha es la comunidad que más ayuda por sequía va a recibir de toda España desde el Ministerio, con un total 72 millones. Esta ayuda para cultivos herbáceos y para tomate y arroz la recibirán en los próximos días los agricultores que hayan realizado la PAC, que recibirán un ingreso directo sin necesidad de hacer ninguno gestión.

A este importe hay que sumar otros 30 millones que abonará el Gobierno regional en el mes de marzo o primeros de abril a agricultores profesionales de la región, de cualquier tipo de cultivo, que tendrán hasta 4.000 euros de aportación económica como ayuda por la sequía que hayan podido padecer en sus explotaciones. Todo ello en conjunto suma 102 millones.

Por último, y con el fin de mejorar los seguros agrarios, se están realizando gestiones y peticiones “de manera insistente” ante el Ministerio, ENESA y Agroseguro para modificar las normas de contratación y los costes para cubrir las necesidades reales de agricultores y ganaderos.

 

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