Coincidiendo con su Asamblea General Ordinaria, Grupo Rioja organizó, en colaboración con la empresa DIAM, la jornada ‘Reinventar el futuro: la evolución del modelo de clasificación de los vinos de Rioja para seguir generando valor’, en la que se analizaron las claves para avanzar ante los retos y oportunidades que se le presentan a la Denominación en un entorno cambiante.
Entre los distintos aspectos, tuvo especial protagonismo el papel de las menciones tradicionales de Rioja (Joven, Crianza, Reserva y Gran Reserva), puntales del éxito del modelo de Rioja, completadas desde 2017 con la nueva figura de Viñedo Singular y el impulso a los vinos de Zona y Municipio, junto con la posibilidad de elaborar espumosos de Rioja.
Con el fin de conocer una exitosa región de referencia para la asociación, la jornada comenzó con la exposición `Champagne, un modelo de D.O. generador de alto valor’, donde el distribuidor Philipe Cesco explicó que este vino espumoso entró desde el principio en la alta sociedad como producto de lujo y se mantiene en ese segmento mediante un conjunto de acciones que abarcan desde el control que ejerce el Consejo Regulador hasta la permanente inversión en marketing.
Definió a la D.O. como “una locomotora” gracias a las grandes casas de Champagne, que lo han dado a conocer en todo el mundo y producen volúmenes con gran peso económico, sustentando la economía de los viticultores a los que compran la uva.
Puso de relieve la importancia del ensamblaje de variedades o añadas, porque se considera “perfecto” para que, año tras año, las casas ofrezcan homogeneidad en la personalidad que les caracteriza a cada una.
Según explicó, cuidan el Champagne base porque es el más conocido y se complementan a la perfección con pequeños productores que dependen del carácter de su zona. “Ellos hacen ruido entre críticos que buscan singularidad -afirmó-, pero entienden que no existirían sin los grandes”.
Seguidamente, Enrique Porta expuso los fundamentos del ‘Plan Estratégico de Rioja 2021-2025’ elaborado por la consultoría KPGM de la que es socio, tras un intenso trabajo en el que Grupo Rioja ha participado activamente. El gran objetivo del plan es sumar todos los elementos que permitan incrementar el valor de los vinos de Rioja, poniendo el foco en el consumidor para posicionarse como una región reconocida especialmente en los mercados internacionales. Entre éstos, destacan como objetivo consolidar los de Reino Unido, Suiza y Alemania y avanzar en Estados Unidos, Canadá y China.
El Plan se sustenta en un conjunto de ejes para lograr un equilibrio rentable, seducir a los consumidores nacionales e internacionales, el enoturismo, la sostenibilidad y la digitalización en toda la cadena de valor. Finalmente, el documento contempla “establecer mecanismos de mitigación de riesgos” que permitan a la Denominación responder a imprevistos como la helada de 2017, la pandemia o la inflación junto con la situación de guerra que se viven actualmente.
A continuación, intervino el director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, quien se centró en la estrategia que desarrolla la Unión Europea, en alianza con la Organización Mundial de la Salud, bajo la premisa de que el consumo de alcohol produce cáncer.
El sector vinícola se opone firmemente por las peculiares características culturales asociadas al vino, siempre abogando por el consumo moderado. En ese sentido, aseguró que, según muchos expertos, no hay evidencia científica que demuestre que el consumo de vino sea malo para la salud.
El director de la FEV explicó que “España está trabajando duro” a través de políticos e instituciones como la suya y otras, que están realizando gestiones en el laberíntico organigrama europeo. Benítez mostró un panorama pesimista ante las medidas que se proponen en materia de fiscalidad, advertencias sanitarias y restricciones a la promoción. “Tenemos que estar preparados para lo que nos viene y reaccionar”, alertó, solicitando la colaboración de todas las asociaciones para influir en administraciones, políticos y medios de comunicación.
También expuso los planes sobre etiquetado nutricional explicando sus posibilidades, donde volvió a defender que prevalezca el principio de que el consumo abusivo de alcohol puede ser peligroso para la salud, en contraposición al consumo moderado de vino dentro de la dieta mediterránea. Instó a las bodegas a implementar el etiquetado electrónico, que permite aportar alertas moderadas al entrar en la información mediante un código QR que se debe incluir en la etiqueta del vino.
Finalmente, animó a todas las bodegas de Grupo Rioja a sumarse a la iniciativa Sustainable Wineries for Climate Protection promovida por la FEV, que otorga una certificación en sostenibilidad ambiental y socioeconómica. Destacó que el sello, que pretende ser único para todas las bodegas españolas, les exige una mejora continua en estas dos áreas esenciales.
La jornada se completó con una mesa redonda en la que Philippe Cesco, el Sumiller riojano Iván Sánchez y el director general de Grupo Rioja, Iñigo Torres, intercambiaron impresiones sobre las fortalezas del modelo de Rioja y puntos a mejorar para adaptarse a las nuevas tendencias del mercado.
Disertaron sobre el papel de las menciones geográficas en comparación con otras denominaciones de origen y su evolución desde 2017, y también analizaron un aspecto tan importante y controvertido como son los precios de los vinos. Desde su experiencia en ventas, tanto en Philippe Cesco como Iván Sánchez subrayaron la necesidad de dar mayor valor a los vinos españoles.
El distribuidor francés instó a que Rioja mantenga su personalidad al margen de modas y, sin contradecir la idea, Iván Sánchez recomendó prestar atención a los nuevos hábitos de consumo que prefieren una gastronomía más ligera. Iñigo Torres dejó constancia de la versatilidad que ofrece Rioja y de cómo está siempre dispuesta a mejorar y evolucionar sin perder tipicidad.