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La Comisión Europea ha adoptado el 2 de marzo una Comunicación que ofrece a los Estados miembros orientaciones generales en materia de política presupuestaria en 2023. Establece los principios clave que guiarán la evaluación por la Comisión de los programas de estabilidad y convergencia de los Estados miembros. También ofrece una visión general de la situación de la revisión de la gobernanza económica.

La Comunicación se presenta en el contexto de la invasión no provocada e injustificada de Ucrania por parte de Rusia. En solidaridad con Ucrania, la UE ha aprobado un paquete sin precedentes de sanciones económicas que tendrán graves repercusiones en la economía rusa y en su élite política. Las previsiones económicas de invierno de 2022 se publicaron el 10 de febrero, dos semanas antes de la invasión de Ucrania. Este acontecimiento repercute negativamente en las perspectivas de crecimiento y hace más pronunciados los riesgos a la baja. Asimismo, subraya la necesidad de una estrecha coordinación de las políticas económicas y fiscales, así como de una adaptación de las políticas presupuestarias en respuesta a la rápida evolución de las circunstancias. Las orientaciones se ajustarán a la evolución económica cuando sea necesario.

Orientaciones sobre la coordinación continua de las políticas presupuestarias

La Comunicación establece cinco principios clave y expone las implicaciones para las recomendaciones presupuestarias que la Comisión propondrá a los Estados miembros en mayo de 2022 para sus planes presupuestarios en 2023. Estos principios son los siguientes:

debe garantizarse la coordinación de las políticas y una combinación coherente de políticas;

la sostenibilidad de la deuda debe garantizarse mediante un ajuste presupuestario gradual y de alta calidad y mediante el crecimiento económico;

debe fomentarse la inversión y promoverse el crecimiento sostenible;

deben fomentarse estrategias presupuestarias coherentes con una perspectiva de ajuste presupuestario a medio plazo, teniendo en cuenta el MRR; y

las estrategias presupuestarias deben diferenciarse y tener en cuenta la dimensión de la zona del euro.

La respuesta presupuestaria coordinada de los Estados miembros a la grave recesión económica provocada por la pandemia de COVID-19, facilitada por la activación de la cláusula general de salvaguardia y apoyada por medidas a escala de la UE, ha tenido gran éxito. El mantenimiento de una estrecha coordinación de las políticas presupuestarias es clave en el entorno inestable actual y para garantizar una transición fluida hacia una nueva senda de crecimiento sostenible y la sostenibilidad presupuestaria. Sobre la base de las previsiones económicas de invierno de 2022, la Comisión considera adecuado pasar de una orientación presupuestaria expansionista agregada en 2020-2022 a una orientación presupuestaria agregada globalmente neutra en 2023, si bien manteniéndose listos para reaccionar ante la evolución de la situación económica.

La necesaria respuesta presupuestaria a la pandemia de COVID-19 y la contracción de la producción han dado lugar a un aumento significativo de las ratios de deuda pública, en particular en algunos Estados miembros con una elevada deuda, aunque sin aumentar los costes de los intereses de esta. Es necesario un ajuste presupuestario plurianual, combinado con inversiones y reformas para mantener el potencial de crecimiento, a fin de salvaguardar la sostenibilidad de la deuda. La Comisión opina que es aconsejable iniciar un ajuste presupuestario gradual para reducir la elevada deuda pública a partir de 2023, mientras que un saneamiento demasiado brusco podría afectar negativamente al crecimiento y, por tanto, a la sostenibilidad de la deuda.

Cambiar las economías de la UE hacia una senda de crecimiento más sostenible y hacer frente a los retos de las transiciones ecológica y digital debe ser una prioridad absoluta para todos los Estados miembros. Si bien el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), que constituye el núcleo de NextGenerationEU, puede aportar hasta 800 000 millones de euros en concepto de financiación adicional para contribuir a garantizar la doble transición, la Comisión considera que debe promoverse y protegerse la inversión pública de alta calidad financiada a nivel nacional en los planes presupuestarios a medio plazo.

Los programas de estabilidad y convergencia deben demostrar la manera en que los planes presupuestarios a medio plazo de los Estados miembros velarán por una trayectoria gradual a la baja de la deuda pública hasta niveles prudentes y un crecimiento sostenible mediante un saneamiento, inversión y reformas graduales.

 

Las estrategias presupuestarias nacionales deben diferenciarse adecuadamente:

los Estados miembros con un elevado nivel de deuda deberían iniciar una reducción gradual de la deuda, mediante un ajuste presupuestario en 2023, neto de las contribuciones del MRR y otras subvenciones de la UE;

los Estados miembros con una deuda baja y media deben reforzar la inversión necesaria para las transiciones ecológica y digital, con el objetivo de lograr una orientación política global neutra.

Situación de la revisión de la gobernanza económica

La crisis del coronavirus ha puesto de relieve la pertinencia y la importancia de muchos de los retos que la Comisión trató de debatir y abordar en el debate público sobre el marco de gobernanza económica. Tras el compromiso de la presidenta von der Leyen en el discurso sobre el estado de la Unión de alcanzar un consenso sobre el futuro del marco de gobernanza económica de la UE, la Comisión relanzó el debate público sobre la revisión del marco de gobernanza económica de la UE en octubre de 2021.

El debate en curso se está celebrando a través de diversos foros, tales como reuniones específicas, talleres y una encuesta en línea, que concluyó el 31 de diciembre de 2021. En este debate inclusivo participan los ciudadanos y una amplia gama de partes interesadas, concretamente interlocutores sociales, profesionales del mundo académico, otras instituciones y organismos de la UE y los gobiernos y parlamentos nacionales, entre otras. La Comisión está analizando actualmente las observaciones que ha recibido y presentará un informe de síntesis en marzo de 2022.

En opinión de la Comisión, los debates apuntan en este momento a una serie de cuestiones clave, en las que un trabajo adicional y más concreto podría allanar el camino para un consenso emergente con miras al futuro marco presupuestario de la UE:

garantizar la sostenibilidad de la deuda y promover el crecimiento sostenible mediante inversiones y reformas son fundamentales para el éxito del marco presupuestario de la UE;

una mayor atención a medio plazo en la supervisión presupuestaria de la UE parece una vía prometedora;

debería seguir debatiéndose qué enseñanzas pueden extraerse del diseño, la gobernanza y el funcionamiento del MRR; y

los objetivos clave son la simplificación, una mayor responsabilidad nacional y una mejor aplicación de la legislación.

Sobre la base del debate público en curso y de las conversaciones con los Estados miembros, la Comisión proporcionará orientaciones sobre posibles cambios en el marco de gobernanza económica, con el objetivo de lograr un amplio consenso sobre el camino a seguir antes de 2023.

Próximas etapas

Esta Comunicación establece orientaciones preliminares de política presupuestaria para 2023, que se actualizarán cuando sea necesario y, a más tardar, como parte del paquete de primavera del Semestre Europeo en mayo de 2022.

Las futuras orientaciones reflejarán la situación económica mundial, la situación específica de cada Estado miembro y el debate sobre el marco de gobernanza económica.

Se invita a los Estados miembros a que reflejen estas orientaciones en sus programas de estabilidad y convergencia.

Declaraciones de los miembros del Colegio de Comisarios:

Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo responsable de Una Economía al Servicio de las Personas, ha comentado que “Estamos atravesando un período difícil para la economía europea y nuestros trabajadores. Tras una firme respuesta de la UE a la pandemia, nos enfrentamos a una nueva incertidumbre debido a la brutal agresión rusa en Ucrania, junto con retos existentes como la inflación y los elevados precios de la energía. Inevitablemente, nuestras sanciones tendrán consecuencias negativas para la economía, pero se trata de un precio que merece la pena pagar para defender la democracia y la paz. En los últimos años ya hemos venido reforzando nuestra resiliencia económica y ahora debemos seguir avanzando, mantener nuestra unidad y velar por una estrecha coordinación de nuestras políticas presupuestarias. Esta es la clave para mantener una senda de crecimiento estable y sostenible en el actual entorno geopolítico inestable”.

Paolo Gentiloni, comisario de Economía, ha observado que “Estamos unidos ante el brutal ataque ruso a Ucrania y a todos nuestros valores. Nuestra respuesta política común ha permitido a nuestras economías hacer frente a la tormenta causada por la pandemia y esta nueva crisis exige una coordinación igualmente sólida de nuestras decisiones económicas y presupuestarias. Las orientaciones que presentamos hoy se basan en lo que sabemos, esto es, en el análisis que sustenta nuestras previsiones de invierno, pero está claro que hay muchas cosas que hoy en día desconocemos. La incertidumbre y los riesgos han aumentado notablemente, por lo que nuestras orientaciones tendrán que actualizarse cuando sea necesario, a más tardar en primavera”.

 

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