La Comisión Ejecutiva de la Federación Española del Vino (FEV) se ha reunido en la localidad extremeña de Trujillo para abordar cuestiones como el impacto de la sequía y los efectos del cambio climático en el sector vitivinícola y la necesidad de elevar el nivel de prioridad sectorial al respecto, retomando y actualizando el ‘Plan de Actuación para la lucha contra el cambio climático en el viñedo’, que impulsó la organización en 2018.
La reunión ha contado con la participación de Emma Gaitán, responsable del Área de Meteorología y Cambio Climático de la Fundación para la Investigación del Clima, que ha presentado las principales conclusiones del estudio ‘Análisis de escenarios de clima futuro e impacto del cambio climático sobre los viñedos del territorio español ibérico y balear’, con proyecciones climáticas para las próximas décadas en las principales regiones vitivinícolas.
Tras la presentación, desde la FEV se han planteado una batería de medidas de adaptación al cambio climático para las bodegas, con especial foco en el medio y largo plazo, y se ha acordado retomar y actualizar el plan de actuación elaborado en 2018 con el objetivo de cuantificar las inversiones que necesita el sector en este proceso de adaptación y lograr el apoyo de la Administración en esta materia de gran trascendencia para el futuro de la vitivinicultura en nuestro país, estudiando posibles vías de financiación tanto en el marco de la PAC como fuera de ella que permitan al sector desarrollar estrategias para frenar los alarmantes efectos del cambio climático sobre el sector del vino.
En este sentido, el presidente de la FEV ha destacado que, con el cambio climático, el modelo de cultivo de la vid que hemos practicado en los últimos 150 años en España y Europa va a desaparecer como tal y tenemos que saber adaptarnos a las nuevas circunstancias para asegurar la rentabilidad futura del sector.
En la reunión se han abordado otras cuestiones cruciales para el sector en el corto plazo como los futuros cambios en el etiquetado de vino, marcados por la entrada en vigor en diciembre de las nuevas obligaciones de información nutricional y de ingredientes o la recientemente aprobada ley irlandesa que a partir de 2026 obligaría a introducir advertencias sanitarias en el etiquetado.
El encuentro ha sido clausurado por el presidente en funciones de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que ha reconocido a los representantes de la FEV la importancia de ‘ser un lobby’ para influir en la mejora de las políticas agrarias en Europa. Además, con respecto a la ley irlandesa y otros movimientos internacionales que buscan estigmatizar el consumo moderado de vino, ha señalado que “el vino no hace daño, es la falta de moderación en el consumo” y ha expuesto la necesidad de disponer de “una capacidad de interlocución, a través del diálogo entre el sector y las instituciones públicas” para la toma de decisiones en beneficio de la sociedad.