El presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), Pedro Barato, habla para Mercados del Vino y la Distribución sobre lo que suponen los nuevos acuerdos alcanzados en la tramitación de la Política Agraria Comunitaria (PAC) para los sectores del vino y el aceite, los ajustes en los precios de los productos agrícolas, el éxito de la promoción en el exterior y las dificultades que en ocasiones ponen los organismos para el desarrollo de la actividad comercial.
¿Tanta exportación puede afectar a la calidad de los productos?
Pensemos que el vino hemos tenido años que se ha producido mucho y muy bueno. No hay que hacer nada especial. Tanto en los graneles como en los embotellados se están haciendo bien las cosas. En el aceite hemos tenido un desarrollo en el diseño y en la calidad tremendo, no obstante, se sigue trabajando por la calidad y por el marchamo de que el Aceite de Oliva Virgen Extra es una categoría y se está trabajando en formar a la gente en esa diferenciación. Creo que se están haciendo francamente bien las cosas hacia el exterior y hacia el interior. A veces surgen alarmas y, en mucho casos, son interesadas. Estamos haciendo campañas de I+D+i en recogida de producto, en temas de la dieta mediterránea, con la Universidad Autónoma de Barcelona dentro del sector del aceite para la prevención del cáncer de mama.
¿Qué medidas se han desarrollado y a cuáles se pueden acoger los agricultores en este momentos desde el punto de vista de la formación?
ASAJA tienen campañas de formación importantes. El agricultor puede tener en algunos casos poca formación académica, pero tiene una inteligencia natural que sólo con el on y el off es capaz de entrar en un ordenador. Estamos haciendo campañas de formación para que el agricultor extienda sus propias guías de los animales o sus propias parcelas en el catastro. Formación en coste de producción y, fundamentalmente, en temas de energía. Ahí estamos haciendo unos programas a la carta, por ejemplo para el viñedo, donde estudia cuánto gasta tu motor o bomba y dar alternativas para bajar esos costes. Querríamos hacer más, pero también los recursos son muy limitados.
¿Ha crecido o decrecido el número de agricultores con la crisis?
El agricultor es una persona que está acostumbrada a todas las inclemencias climáticas del mundo. Cuando digo climáticas me refiero a todo lo que le rodea, de publicación de ayudas en el Boletín Oficial del Estado, tratados comunitarios, cuando la crisis sólo estaba ahí y nadie se daba cuenta. El agricultor aplica la economía real y la sigue aplicando. Hoy aguanta mejor que otros sectores. El número de activos se ha reducido muy poco. Básicamente se ha producido por jubilación y, por otro lado, han entrado jóvenes. No por abandono. Un ejemplo y un dato es el de Castilla y León donde este año se van a incorporar 1.000 jóvenes agricultores. El agricultor lo que necesita es que los precios no pase lo que ocurre que en algunos casos nos tendríamos que ir a 1990, 92 ó 94. ¿Qué trabajador tiene su trabajo y no ha subido su salario desde hace 20 años? La PAC es una ayuda, pero la mejor PAC es que el agricultor pueda tener una renta con la que pueda vivir por lo que produce. lo que queremos es que haya un estabilidad en los precios de los productos y si tienen que subir que suban. Lo que nosotros necesitamos para producir, no hay miedo. Si se suben los fertilizantes no hay dudas, si los carburantes tienen un precio desorbitado, las ruedas de un tractor y su valor, todo sube, pero los productos no. Lo que luchamos es porque las rentas suban un poco más y de forma gradual. La diferencia con la crisis es que nosotros hemos aplicado una economía real y otros ha sido financiera.