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La X Jornada Ambiental, organizada por Familia Torres, la Universidad de Barcelona (UB) y el meteorólogo y profesor de Física Tomàs Molina, ha reunido el 30 de mayo, en Barcelona, a doce ponentes para examinar el modelo energético actual y cuál es la mejor manera de llevar a cabo una transición que encare los retos de la emergencia climática.

Bajo el título ‘Parques eólicos, centrales nucleares, tecnología blockchain… La energía y el medio ambiente a debate’, y con la asistencia de unas 300 personas de público tanto presencial como virtual, el debate ha mostrado que la intención es comuna pero hay modelos diferentes y a menudo opuestos: con nucleares o no, cuál tiene que ser el modelo de distribución, cómo gestionamos los impactos en el territorio y el respeto al medio ambiente y también la vertiente social y económica, es decir, cómo esta transición también contribuye a hacer un mundo más justo y a reducir las desigualdades entre los ciudadanos, garantizando una vida digna para todos y eliminando problemas que hace décadas que se arrastran.

La ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta tercera del gobierno, Teresa Ribera, ha sido la encargada de la ponencia inaugural, después de los parlamentos del rector de la UB, Joan Guàrdia; del presidente de Familia Torres, Miguel A. Torres; y de Tomàs Molina, que han dado comienzo al certamen, que este año llegaba a su décima edición. Si en los inicios se hablaba de si era necesaria la transición energética, ha remarcado Molina, ahora se aborda la complejidad, generando «debates» que pueden acabar «convirtiéndose en realidad». Miguel A. Torres, por su parte, ha recordado que, a pesar de todo, se continúan batiendo récords de emisiones de gases de efecto invernadero, «una pendiente que nos lleva al desastre». Los políticos en general, ha considerado, tienen miedo de tomar decisiones por intereses electorales, puesto que los ciudadanos tampoco quieren renunciar a los combustibles fósiles.

Hace falta, ha concluido Miguel A. Torres, «un golpe de timón radical», para dejar de consumir 100 millones de barril petróleo diarios. Catalunya, en este sentido, está «en la cola» en instalación de renovables en España, aunque ahora ha detectado un cierto cambio de tendencia. Además, ha destacado el peso que tiene la energía nuclear en Catalunya, donde representa el 51% de la electricidad generada.

Teresa Ribera también ha celebrado las diez ediciones de las Jornadas Ambientales y ha destacado el compromiso medioambiental de Familia Torres, impulsora del certamen, que ha calificado de “ejemplo ante el desafío al que nos enfrentamos”. Además, ha puesto de manifiesto que el estado español tiene «no solo un gran potencial sino una gran capacidad» y que hace falta aprovecharlo para superar un reto que a menudo conlleva «debates difíciles» que se tienen que encarar para transformar el modelo de prosperidad y crecimiento trabajando, a la vez, a favor de la igualdad para solucionar problemas sociales urgentes, «un tren», ha concluido, «que España no puede perder».

 

Una situación crítica tanto por el clima como por la economía

Después de la presentación de la Jornada Ambiental, el investigador del Instituto de Ciencias de Mar (ICM-CSIC), Antonio Turiel, ha hablado de los retos de la transición energética. Turiel ha incidido en el problema de la dependencia del petróleo, no solo por las emisiones sino por el problema económico que puede suponer la llegada al máximo

de extracción y la caída de la producción, que empezó en 2005 y que puede acentuarse muy rápidamente. Con el uranio, el principal combustible de las centrales nucleares está produciéndose una situación parecida.

En conjunto, ha afirmado, está moviendo el foco de la emergencia climática a la seguridad energética, cosa que puede tener efectos perjudiciales, como también lo tiene el hecho que todo el mundo tenga que hacer la transición a las energías renovables a la vez, lo que puede poner una presión insoportable en las industrias de extracción de

materias primas para la fabricación de aerogeneradores, placas solares, baterías eléctricas… La escasez de materiales está poniéndonos al límite de una crisis de proporciones difíciles de imaginar y que solo se puede remediar con un cambio de modelo profundo.

Seguidamente, se ha abierto un debate sobre las energías verdes en Catalunya con Toni Barrera, técnico del Servicio Meteorológico de Cataluña (Meteocat); José María Baldasano, doctor en Ciencias Químicas y catedrático emérito de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Catalunya; el ingeniero y divulgador científico Alfredo García y Joaquim Sampere, vicepresidente del Colectivo para un nuevo Modelo Económico y Social (CMES), donde se ha constatado la situación actual en nuestro país y cómo el cambio necesario, como apuntaba Turiel, no tiene que ser solo tecnológico sino de hábitos de consumo y modelo de vida.

La implementación concreta de esto ha sido la raíz de un intercambio de opiniones diversas y enriquecedoras que ha animado a reflexionar qué mundo queremos en el futuro y cómo podemos conseguirlo. Esto incluye el papel de las nucleares, que algunos proponen como una muleta muy útil en un momento de urgencia.

 

Retos sociales, ambientales y económicos de futuro

La segunda mitad de la Jornada Ambiental ha empezado con los resultados de la encuesta sobre los temas tratados en las diez Jornadas Ambientales celebradas hasta ahora, que ha presentado Tomàs Molina. Según se desprende de las 600 respuestas recogidas, la mayoría de los encuestados son pesimistas ante la emergencia climática a pesar de que considera que ahora hay más conciencia. Aun así, se mantiene la percepción de pasividad y solo la mitad de los participantes en la encuesta ha instalado energías renovables en su casa.

Seguidamente, ha intervenido Sergi Cuadrat, Group Managing director de ALLCOT, que ha hablado sobre el papel del blockchain en la descarbonización del sector energético.

Las cadenas de bloques son un sistema de transacción de información distribuida, que da más seguridad y facilita verificar la autenticidad. Son, pues, «mucho más que las criptomonedas» y quiere entrar en muchos más sectores, postulándose como solución de los problemas ambientales y climáticos.

En concreto, ha explicado Cuadrat, las cadenas de bloques pueden mejorar la gestión de la cadena de suministro, fomentar el reciclaje, mejorar el acceso y la eficiencia de la energía, seguir el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones, rastrear las donaciones y reducir la burocracia de las organizaciones sin ánimo de lucro, calcular las tasas al carbono y crear un sistema de reputación para las empresas, hacer visible el impacto de las prácticas sostenibles… Unas posibilidades que, ha concluido, pueden ser muy útiles por el cambio de modelo energético y de consumo.

 

Los problemas locales del cambio de modelo energético

A continuación, se ha iniciado una mesa redonda sobre los problemas concretos de la transición energética, con Eduard de Ribot (SOS Costa Brava), Tatiana Sibilia (Extinction Rebellion), Jordi Martín (Comunidad Energética Local de Caldes de Montbui) y Adrián Fernández (Greenpeace España). El fomento de la producción descentralizada y el rechazo a las grandes instalaciones que ocupan zonas inmensas ha sido la tónica, como parte de unas propuestas que quieren «empoderar» a la ciudadanía, desvinculándola de los oligopolios energéticos y pensando de manera local para conseguir un cambio global que vaya más allá de la energía y sea también político y social. Sibilia ha hablado de “paradigma del colapso”, partiendo de la cita de Einsten que dice que “no se puede resolver un problema desde el mismo paradigma que lo ha creado”, mientras que Greenpeace ha recalcado la contradicción de que no haya un impuesto al queroseno pero sí un impuesto eléctrico al tren.

 

«La propiedad de la energía tiene que ser una política pública»

En un último bloque más institucional, la directora general de Energía de la Generalitat de Catalunya, Assumpta Farran, ha tomado la palabra en un sentido general parecido al que se acababa de exponer. En perspectiva, ha afirmado que «nos ha costado mucho movernos” porque Catalunya tiene un modelo donde pesa bastante la energía nuclear

“pero ahora nos estamos moviendo rápido» y que, durante los últimos años, el gobierno ha puesto en marcha directivas e iniciativas en este sentido teniendo en cuenta que se tiene que producir al mismo tiempo un cambio social que lleve la generación energética al nivel local. Por eso hace falta planificación para dar cabida a las energías renovables, que se necesitan muchas ha reconocido, y encaminarse hacia “un modelo de energía renovable distribuido y participado” según criterios medioambientales y agrícolas y basado en la idea de que «la propiedad de la energía tiene que ser una política pública».

Farran ha advertido que viene tiempos complejos y que hay que garantizar “la seguridad e independencia energética”, es decir no depender de terceros en la producción de gas y electricidad, para poder controlar los precios y avanzar hacia la descarbonización.

La responsable de prensa de la Representación de la Comisión Europea en Barcelona, Carlota Martí, ha expuesto les conclusiones de la X Jornada Ambiental. El cambio climático, ha dicho, es la «principal prioridad» de la Comisión, y en este sentido ha recordado las directivas y objetivos europeas que se han marcado objetivos claros y que pueden hacer a la vez que las emisiones bajen y la economía crezca, con la mirada puesta en ser «el primer continente climáticamente neutro». Finalmente, la Jornada ha cerrado con una última intervención del vicerrector junto al rector de la UB, Ernest Abadal, Miguel A. Torres y Tomàs Molina.

 

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