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Según un informe presentado por la FEV, el 50% de los consumidores están moderando la cantidad de alcohol que toman; además, este porcentaje aumenta en la población más joven, por lo que el desarrollo de los vinos sin alcohol, o parcialmente desalcoholizados, son un reto para el sector.

Ya sea por problemas de salud, por un mayor cuidado de la salud, o debido a distintas campañas de publicidad, en muchos países los consumidores están moderando la cantidad de alcohol que consumen, especialmente los más jóvenes. Por poner sólo un ejemplo, en España el 58% de este segmento de población disminuye el consumo de alcohol; una cifra que en otros países, como Alemania, sube hasta el 64%, y en Australia alcanza el 65% —según datos de Wine Intelligence—. Unas cifras que todos los expertos consideran que irán en ascenso en los próximos años. En este sentido, hay que señalar que se trata de un mercado que, si se compara con el de las cervezas, lleva décadas de retraso.

El informe de la FEV señala algunas de las ventajas y desventajas de estos vinos. Entre las primeras estarían que es un producto más saludable, con menos calorías y que permite conducir aunque se beba; entre las desventajas se señala que, a la hora de elegir se limitarían mucho las posibilidades. Cabe destacar que un 72% de los consumidores españoles que han probado este tipo de vino han tenido una reacción positiva.

A la hora de decantarse por un vino sin alcohol o parcialmente desalcoholizado, los consumidores consideran fundamental el sabor y tla disponibilidad de estos en los lineales de las tiendas.

Ante esta nueva demanda, la FEV considera que se tiene que ampliar la oferta de este tipo de productos, aunque manteniendo su desarrollo en el marco económico y regulatorio del vino.

Además, según señala la FEV, para un adecuado desarrollo de estos vinos tiene que existir un marco regulatorio que permita el desarrollo de estos productos en la Unión Europea. La nueva OCM (Reglamento (UE) 2021/2027) introduce por primera vez la definición de vinos desalcoholizados y parcialmente desalcoholizados, aunque no define unas prácticas enológicas específicas para estos productos. Estás especificaciones tendrán que estar recogidas a través de otras normas, hoy en discusión tanto en la OIV como en la Comisión Europea

Mientras se regulan todos los aspectos y se define cómo se elaborarán estos productos, el mercado se prepara para una tendencia que será imparable en los próximos años.

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