Desde el 1 de enero de 2021 la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) cuenta con un Estado Miembro más: el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que regresan a la organización internacional.

El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte ya fue miembro activo de la antigua OIV de 1973 a 2004 y, como signatario del Acuerdo del 3 de abril de 2001, finalizó recientemente los pasos necesarios para ratificar este Acuerdo y adherirse a la nueva OIV.

En 2019 ocupó el décimo lugar en el ranking de mercados del vino mundial y registró alrededor de 13 millones de hl de consumo de vino, de los cuales las importaciones de vino representaron más del 95%. De hecho, el Reino Unido es una plataforma histórica de comercio internacional y en 2019 fue el segundo importador del mundo en términos de volumen (13,5 millones de hl) y valor (4.000 millones de euros).

La producción de vino en Reino Unido es todavía relativamente pequeña (alrededor de 150 khl) pero el crecimiento experimentado en los últimos años ha sido exponencial, especialmente en lo que se refiere a la producción de vinos espumosos (alrededor de 120 khl), beneficiándose de un aumento de las temperaturas cálidas y de terruño calcáreo.

Al convertirse en miembro de la OIV, el Reino Unido se beneficiará de la información, la cooperación y los servicios de una red de alrededor de 1000 expertos. Estas contribuciones del sector vitivinícola y de la comunidad científica son aún más importantes en el contexto actual del Brexit. Dichos vínculos permiten al Reino Unido participar en las decisiones fundamentales relativas a la evolución del sector y hacer oír su voz, convirtiéndose en uno de los 48 estados que toman las decisiones en un ámbito tan importante. La cooperación de los Estados miembros dentro de la OIV es un factor clave para una mejor comunicación, una legislación más eficaz y, por tanto, un comercio más transparente y fructífero en el sector vitivinícola.