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Buenas expectativas para el vino español en la República Checa. Un país donde se suman una excelente relación calidad/precio, una buena imagen de producto, un buen grado de penetración –pero lejos del liderazgo– y un aumento del consumo de vino per cápita que no puede cubrir la producción interna.

Estas son las principales conclusiones del estudio El mercado del Vino en la República Checa, realizado por Candela Ortega González bajo la supervisión de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Praga y publicado por el ICEX el 27 de abril de 2022.

En 2021 las exportaciones españolas de vino a la República Checa fueron de 16.342.000 €, un 8 % más que en 2020. El total general importado por dicho país fue de 217.567.000 € en 2021 y creció un 24% respecto al año anterior, procedente principalmente de Italia, Hungría, España, Alemania y Francia.

Italia ocupa el primer lugar como proveedor tanto en valor como en volumen. La República Checa produce vino, que no cubre la demanda interna pero también se exporta, principalmente a Alemania, que en 2021 fue el primer país importador de vinos checos, con 2,8 millones de litros, que representan el 40 % del total de exportaciones de vino de la República Checa, las cuales a España son insignificantes, apenas un 0,01% del total.

Según el informe, “el consumidor checo prioriza la variedad del vino por encima de su origen. Las preferencias de consumo del vino dependen del consumidor y del lugar de adquisición. Por un lado, para el consumidor final, el factor decisorio es el precio y los descuentos aplicables y, secundariamente, la calidad del producto. En cambio, si el cliente es profesional, primará más la logística de la compraventa y, en segundo lugar, la calidad y el precio”.

En cuanto al gasto en vino que han realizado los consumidores checos en los últimos dos años, ha sido de un 35 % más de lo que gastaban en el año 2016. Solo en 2021, el gasto total en vino fue de alrededor de 29.000 millones de coronas checas.

“España tradicionalmente compite con los vinos italianos, alemanes y franceses”, indica el trabajo. “Por un lado, Francia está posicionada como vino de calidad a un precio superior a la media. Y, por otro, Italia cuenta con muchos restaurantes y tiendas especializadas en alimentación y vino italiano, lo que hace que sea más conocido por el consumidor checo. En 2021, República Checa importó 21.258.521 de litros de vino español, que representa el 15 % del total de las importaciones”.

Según el estudio, los vinos españoles tienen una gran oportunidad en este mercado, gracias a su altísima relación calidad-precio y al buen posicionamiento de la imagen de España en los consumidores.

La venta de vino se realiza mediante dos canales de distribución. El off-trade (supermercados e hipermercados, tiendas tradicionales de alimentación, vinotecas, tiendas gourmet, delicatesen o tiendas especializadas y tiendas online) es de lejos el más importante, con un 89,8% del mercado en 2021. El canal on-trade (HORECA) representa solo el 10,2%. Como en tantos otros lugares. Estas cifras se vieron afectadas por la pandemia, “que cambió las tendencias de consumo y se consumió más vino en los hogares que en lugares del canal HORECA. Asimismo, cabe destacar la creciente importancia de la venta de vino on-line. Cada vez son más las tiendas que se suman a la venta de sus productos por Internet. Durante el año 2020 se vendieron casi 14 millones de litros de vino a través de e-shops, alrededor de un 10 % de las ventas a través del canal off-trade se realizó en comercios electrónicos.

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