La vendimia ha dado ya sus primeros pasos en la Denominación de Origen Rías Baixas. La buena meteorología reinante ha propiciado el comienzo de la presente campaña de un modo ordenado. El director técnico del Consejo Regulador, Agustín Lago, concreta que “en estos primeros días de campaña, de acuerdo con los datos declarados hasta el momento por las bodegas, se han recogido más de 1,34 millones de kilos de uva”.
Un total de 30 bodegas han participado en este tímido inicio de la campaña. “A la vista del óptimo estado de maduración de la uva y la estabilidad atmosférica existente, la previsión es que la próxima semana se generalice la vendimia en todas las subzonas”, indica Agustín Lago. Precisamente el buen tiempo favorece que “los trabajos de recogida se vayan escalonando, de modo que las bodegas, tras minuciosos muestreos en campo para verificar el estado óptimo de maduración de la uva, determinen el momento preciso para su recolección. Esos controles y ese rigor son fundamentales para elaborar vinos de la máxima calidad”, explica el director técnico del Consejo Regulador.
En la presente campaña de vendimia participan 176 bodegas elaboradoras. Un total de 5.178 viticultores recogerán la uva en las 4.090 hectáreas de superficie productiva de la Denominación de Origen Rías Baixas.
Protocolo específico para veedores y personal técnico
El Consejo Regulador cuenta con un protocolo y unas normas de prevención específicas contra la COVID-19 para los 24 veedores/auditores y para el personal técnico implicados en la presente campaña de vendimia. Estas directrices establecen una serie de medidas para garantizar la seguridad de la labor de auditoría desarrollada durante el proceso de recogida de la uva con la intención de evitar, en la medida de lo posible, los contagios.
Además de las normas generales –uso obligatorio de mascarilla, higiene de manos y distancia mínima de seguridad interpersonal-, se establecen una serie de especificidades relativas a las auditorías a realizar en las bodegas inscritas y en viñedo. Veedores y bodegas informan de sus respectivos protocolos de actuación con el fin de que ambas partes respeten las directrices que en ellos se reflejan, optimizando, de este modo, su labor. Unas tareas de auditoría y control que se complementan con las de inspección desarrolladas por la Xunta de Galicia.