En España faltan ya perfiles tecnológicos para cubrir puestos de trabajo. Posibles candidatos han preferido emigrar: por la crisis, primero, y por las condiciones laborales después. El hecho es que existe un alto déficit de tecnólogos, todavía mayor en el caso de las tecnólogas, lo que no augura nada bueno para nuestra economía…, ni para las mujeres, si no cambian las tornas.
Siempre he animado a las jóvenes a dejar la zona de confort y elegir carreras STEM –Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas- a poco que les gusten. El estereotipo de que ellas están más dotadas para lo verbal que para lo abstracto no se sostiene, pero aún influye. Además, en edades vulnerables, temen el rechazo que implica la etiqueta de empollonas por destacar en ciertas materias. Los chicos empollones al menos tienen ejemplos de éxito en los que fijarse, pero las niñas no. De ahí el valor de que mujeres que trabajan en áreas científicas y tecnológicas se acerquen a ellas y les ofrezcan un espejo ilusionante.
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