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Madrid y en concreto el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) ha recibido el pasado 16 de enero la VIII edición del Salón de Vinos Radicales.

Un total de 34 bodegas participaron en esta edición que continúa indagando en torno a las expresiones más auténticas, singulares y transgresoras que ofrece el universo vinícola. Poniendo en valor los rasgos de los vinos que representan con fidelidad el carácter y la tradición de sus respectivos territorios.

Una vez más, el éxito acompañó a la esta nueva edición de la más iconoclasta de las ferias vinícolas que tienen lugar en este país, que en esta ocasión contó con la participación con 34 bodegas y pequeños viticultores procedentes de distintas comarcas vinícolas del territorio español (Ribeira Sacra, Penedès, Montsant, Priorat, Cava, Alella, Castilla y León, Manchuela, Mallorca, Rioja, Méntrida, Cebreros, Castilla la Mancha, Ribera del Duero, Barbastro, Pago Calzadilla, Terra Alta, Calatayud,  Valencia, Bizkaiko Txakolina, Massís del Garraf, Bierzo, Alicante, Tacoronte Acentejo, Rueda), que en su conjunto reflejan la riqueza y diversidad del actual panorama de vinos auténticos en este país.

Fiel a su búsqueda de las expresiones más auténticas, singulares y transgresoras que ofrece el universo vinícola, el Salón de Vinos Radicales siempre ha querido poner en valor los rasgos de aquellos vinos que representan con fidelidad el carácter y la tradición de sus respectivos territorios, lo que no siempre está en sintonía con las tendencias del mercado.

Esta vocación es la que ha inspirado la cata inaugural con la que se presentó la VIII edición del Salón de Vinos Radicales. Con el título de Vinos Dorados, Rueda en tonos sepia, esta cata puso en foco la identidad de los vinos de crianza oxidativa de esta comarca castellana, que representan una tradición histórica, pero que a punto estuvo de extinguirse como consecuencia del éxito de los fragantes blancos jóvenes de verdejo que han ganado protagonismo en esta región en las últimas décadas. La cata estuvo guiada por José Antonio Navarrete, sumiller de Quique Dacosta Restaurante (Denia, Alicante) y Federico Oldenburg, escritor vinícola, miembro del Sindicato del Gusto e impulsor del Salón de Vinos Radicales. El crítico y winestar Santi Rivas hizo las veces de presentador.

Como en ediciones anteriores, durante la celebración del Salón se entregó el premio Radical del Año, que en esta ocasión recayó en el propio José Antonio Navarrete, Premio Nacional de Gastronomía, con una dilatada trayectoria como sumiller y gran divulgador de la cultura de los vinos auténticos. Este galardón se entrega cada año a una personalidad por su actividad en la defensa de los valores de singularidad, autenticidad y diversidad que define el concepto de “vinos radicales”.

 

 

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