El conseller de Agricultura expresa su satisfacción, pero avisa que hay que seguir muy pendientes de la actividad de la Unión Europea en esta materia. Afirma que se debería aplicar el principio de precaución en materia de sanidad vegetal.
El conseller de Agricultura, Ganadería y Pesca, José Luis Aguirre, ha calificado de “buena noticia para el campo valenciano” el rechazo del Parlamento Europeo a la reducción del uso de fitosanitarios en la agricultura de la Unión Europea sin alternativas agronómicamente eficaces.
En este sentido, José Luis Aguirre ha añadido que “este resultado en la votación (299 en contra, 207 a favor y 121 abstenciones) responde contundentemente a la propuesta remitida por la Comisión Europea y evita que la agricultura valenciana encuentre una nueva dificultad para su continuidad”.
El conseller ha señalado que “se ha ganado una votación, pero hay que seguir muy pendientes de la actividad que se desarrolla en la Unión Europea contra los agricultores valencianos, a quienes, incoherentemente, se les prohíbe el uso de productos fitosanitarios para que las cosechas salgan adelante y en cambio se permite la importación de frutas y hortalizas de terceros países sin ningún tipo de restricción o control insuficiente de requisitos”.
José Luis Aguirre ha continuado criticando que los controles en origen y en frontera no sean tan exhaustivos como deberían ser, lo que facilita la entrada de organismos de plagas, y que se debería aplicar el principio de precaución en materia de sanidad vegetal, porque entonces tampoco se necesitaría el uso de productos antiplagas en la Unión Europea.
“Es decir”, ha explicado, “de lo que se trata es de prevenir la llegada de la plaga foránea para no tener que usar productos contra esas plagas que no existen en la UE, y que por otra parte la puesta a punto a escala de campo de medidas alternativas e integradas de control lleva tiempo, pues las técnicas biológicas que requieren de investigación no están disponibles en el corto plazo”.
Aguirre ha indicado que la tendencia que ha adoptado la Unión Europea de importación de alimentos nos conduce a una dependencia de las producciones del exterior, sobre las que no hay actualmente un control suficiente y que usan productos plaguicidas prohibidos en nuestro mercado interior.