La práctica desaparición de las ventas de vino australiano a China ha convertido al país en el que más ha caído en 2021 entre los grandes exportadores. La imposición de aranceles de hasta el 200% por parte china es el motivo de la debacle: en 2020, antes de que esto ocurriera, el país asiático el principal mercado en valor para los vinos australianos y el tercero en volumen; pero en 2021, tras registrar pérdidas del 97% en valor y del 93% en volumen, cae a la decimocuarta y duodécima posición en los respectivos rankings, según  un informe de febrero del OeMv y disponible gracias al acuerdo de colaboración con la OIVE.

Según el informe las cifras del cataclismo son espectaculares. “Caídas 97% en valor y del 93% en volumen, que suponen que Australia ha dejado de exportar 955,8 millones de AUD y 89,4 millones de litros de vino a China. Esto ha significado que Australia ha sido, entre los principales proveedores mundiales de vino, el que peor evolución ha presentado en 2021, registrando caídas del 27,5% en valor, hasta los 2.136,2 millones de AUD y del 17% en volumen, hasta los 632,4 millones de litros. Es decir, sus exportaciones han caído en 812,3 millones de AUD y en 129,3 millones de litros”.

El informe indica que China ha justificado la imposición de estos altísimos aranceles en acusaciones de dumping a diversas empresas. El resultado es que las exportaciones de vino australiano a escala mundial vuelven a cifras a anteriores a 2005. En 2021 solo aumentaron las de vino espumoso, un 49% en valor y un 49,5% en volumen.

Pero a Australia las cosas no le fueron mal solo en China, según el informe, “otros mercados importantes para el vino australiano, como Reino Unido, Estados Unidos o Canadá, redujeron sus compras tanto en valor como en volumen”. Sin embargo, prosigue el documento, “aumentaron sus exportaciones de vino en 2021 a Países Bajos y Dinamarca, así como en varios mercados asiáticos, muy enfocados a los vinos de alta gama, como Hong Kong, Singapur y Corea del Sur”.