La producción alcanzará los 70 millones de kilos de aceite. No será “de las más bajas” y tendrá, “previsiblemente, más rentabilidad para los olivicultores”, según ha explicado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo.
La campaña de aceite de oliva se cerrará en Castilla-La Mancha, finalmente, con la producción de unos 70 millones de kilos de aceite, según ha manifestado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo. Una campaña que queda lejos de los cien millones de kilos que suelen rozarse en la región, pero “no de las más bajas” y con, “previsiblemente, más rentabilidad para los olivicultores”.
“Nos estamos convirtiendo cada vez más en una potencia agroalimentaria, también en el sector oleícola”, ha celebrado el consejero, que ha detallado que Castilla-La Mancha es la segunda región española en producción, “desde hace tiempo”, pero que cada año se distancia más de la tercera y va acercándose a la cabeza. Martínez Arroyo ha puesto en valor la importancia del sector “pensando en los 80.000 olivicultores de Castilla-La Mancha. Tenemos un sector muy potente, que está haciendo las cosas bien”, ha dicho, y “esto significa rentabilidad en nuestro medio rural”.
El consejero ha recordado que “somos una región con el olivar como cultivo social”, con gran presencia de olivar de bajo rendimiento y sin agua, que tendrá una ayuda específica en la próxima campaña de la PAC de 42 € por hectárea, que se ha de pedir a partir del 1 de marzo. Martínez Arroyo ha señalado que esa ayuda “va a llegar a muchos olivicultores de Valdepeñas”, que cuenta con un millar de perceptores de la PAC que cultivan olivo, “una cifra muy importante”.