En 2020 Rusia importó de España vino tranquilo embotellado por valor de 109,8 millones de euros, un 5 % menos que en 2019. España se situó en 2020 solo por detrás de Italia y Georgia, y ligeramente por delante de Francia en vino embotellado. En volumen nuestro país también ocupó la tercera posición, según el estudio El mercado del vino en Rusia 2021 realizado por el ICEX, cuyo autor fue David Feijoo Escudero.
En 2020 la Federación Rusa importó vino por valor de 957,1 millones de euros, un 8 % menos que en 2019. El vino embotellado representó el 99 % de ese valor y en 2021 será́ del 100 %. La importación de vino tranquilo ascendió́ a 748 millones de euros y la de vino espumoso a 193,2 millones.
El vino español ocupó las posiciones de cabeza del ranking de importaciones, tanto en valor como en volumen. En 2020 Rusia importó de España vino tranquilo embotellado por valor de 109,8 millones de euros, un 5 % menos que en 2019. España se situó en 2020 solo por detrás de Italia y Georgia, y ligeramente por delante de Francia en vino embotellado. En volumen nuestro país también ocupó la tercera posición. Para 2021 las previsiones son una ligera caída de las importaciones de vinos españoles.
En la categoría de espumosos España ocupa una posición más modesta a pesar de su tercer lugar en el ranking, pues la popularidad de los espumosos españoles aún está lejos de la del champán o el prosecco. Aunque su posición en el mercado ruso ha mejorado notablemente, pasando su valor importado de 4,6 millones en 2015 a 16,8 millones en 2020, según el estudio del ICEX.
El pasado año se desplomaron las exportaciones de vino a granel en Rusia, a causa de la entrada de la nueva Ley rusa del Vino en junio de 2020. Esta ley no prohíbe la importación de granel para la producción de sangrías u otras bebidas con base de vino, sino etiquetar como vino a las botellas que contengan granel importado. Esto supone para España la pérdida de un tradicional mercado de aproximadamente 30 millones de euros.
Este año caducan muchas licencias de importación y bastantes distribuidores van a tener que realizar auditorías y tramitar de nuevo sus permisos para importar y almacenar vinos, procedimiento siempre complejo y sujeto a sorpresas.
Demanda y Oferta
Según un informe de Deloitte de 2019, las bebidas alcohólicas más populares en Rusia actualmente son la cerveza (63 %), vino tranquilo (59 %), brandy (45 %), vino espumoso (41 %) y el vodka (36 %).
En lo que se refiere al vino, según datos de la OIV, su consumo creció́ un 7,7 % entre 2014 y 2018 y en la actualidad se sitúa en torno a los 7 litros per cápita al año. En 2020, en Rusia se consumieron 10,3 millones de hectolitros, el 4 % del mundo1. Rusia es ya el séptimo mercado de vino del mundo, según publica el estudio del ICEX.
El consumo de vinos de calidad está muy concentrado en Moscú́ (70 %), San Petersburgo (10- 15 %) y las grandes ciudades rusas (15 %). El volumen del mercado del vino en valor, según estimaciones no oficiales es de 8.000 millones de dólares al año.
Por otro lado, un estudio de Roskachestvo publicado en julio de 2020 confirma que, las ventas de vino del primer trimestre de 2020, han aumentado un 5,7 % respecto al mismo período de 2019.
La producción rusa de vino en 2020 cayó un 4 % (debido a la prohibición del uso de gráneles para embotellar vino) hasta los 4,4 millones de hectolitros, que proceden de un viñedo moderno y de calidad. De hecho, el interés de los rusos por el vino, las inversiones en el sector y la organización de un grupo de bodegueros que están haciendo vinos de calidad, con buena imagen, están haciendo que los vinos nacionales sean un factor a tener en cuenta en este mercado. A día de hoy Rusia dispone de unas 96.000 hectáreas de viñedo en explotación y el objetivo de las autoridades es llegar a las 150.000 en unos años. Aunque esto no sea suficiente para satisfacer la demanda interna y en vino no existe un plan de sustitución total de importaciones como en otros alimentos, sí es probable que el vino ruso empiece a achicar espacios a los vinos importados en los segmentos económicos.
Los principales competidores del vino español de calidad son Francia, Italia, Georgia y los vinos rusos. Otros países como Australia, Sudáfrica, Argentina, Alemania, Austria, Nueva Zelanda o Portugal también tienen posiciones sólidas en Rusia. En el estudio se analiza con más detalle la oferta de estos países.
La distribución del vino en Rusia se caracteriza por una cadena relativamente corta en la que las funciones de importación y distribución se solapan.
Posicionamiento del vino español
El vino español tiene un buen posicionamiento en Rusia y ha mejorado mucho en los últimos años, siendo un producto conocido entre los importadores y asociado a un producto de buena relación precio-calidad, según el informe del ICEX.
A favor del vino español jugó la devaluación del rublo de 2014, que obligó a consumidores de rentas medias o incluso medias-altas de Moscú́ o San Petersburgo a buscar mejores relaciones de calidad- precio, siendo este el principal gancho para la compra y de fidelización al producto. También es importante la ampliación de la gama de vinos españoles comercializados en Rusia. Si hace solo siete años era difícil ver vinos de regiones menos conocidas, en la actualidad se pueden encontrar fácilmente en muchas tiendas de Moscú́ vinos de Manchuela, Ribeira Sacra, Navarra, Valdeorras, Calatayud, Empordá, Alicante, Jumilla, Utiel-Requena o Campo de Borja. Seguramente la popularidad de España como destino turístico entre los ciudadanos rusos haya contribuido en cierta medida a esto, mantiene el informe.
Según el informe del ICEX, por todo lo apuntado, es posible aventurar que la demanda de vinos de nuestro país en la Federación Rusa se va a mantener en un nivel elevado en los próximos años, paralelo al nivel de aprecio por los consumidores rusos. Sin embargo, no es descartable un estancamiento o ligero retroceso de la exportación a Rusia: se trata de un mercado muy competitivo en el que las modas y las preferencias de los consumidores urbanitas se suceden con rapidez. Actualmente son muy populares los estilos elegantes con menos alcohol, de climas frescos o zonas de elevada altitud y es más fácil encontrar importador para un exportador de Chacolí́ o de Ribeira Sacra que de Rioja o de Ribera del Duero.
El segmento de vinos económicos en Rusia seguirá́ presentando oportunidades para las empresas de nuestro país, pero solo para aquellos que hasta 2,5 € EXW puedan ofrecer una calidad notablemente superior a la de los vinos rusos, que tienen una ventaja logística importante, presentaciones atractivas, cuentan con el factor del consumo patriótico y con ciertas ventajas como la posibilidad de hacer publicidad.