El 31 de enero falleció Chelo Palacios Muro a los 69 años de edad como resultado del coronavirus.
“Chelo ha sido un modelo de trabajo, compromiso y superación. Una permanente inspiración que siempre nos ha recordado lo más importante: estar cerca del cliente, del mercado, de la gente” , manifiesta su familia.
Su trayectoria encarna la aportación de la familia Palacios en dos ámbitos de actividad estrechamente relacionados: la vitivinicultura y la hostelería.
Hija del bodeguero José Palacios Remondo, Chelo Palacios siempre estuvo al frente de la gestión de la bodega familiar en Alfaro (La Rioja). Tras el fallecimiento de su padre, fue mano derecha y apoyo fundamental de su hermano, Álvaro Palacios.
Su trabajo abarcó también la dirección del Hotel Palacios, también en Alfaro y propiedad asimismo de la familia, donde se había formado desde muy joven. Chelo siempre recordaba que fue en el Hotel Palacios donde aprendió el valor insustituible de la atención y la satisfacción del cliente. En estrecha colaboración con su marido, Antonio Pérez Gil, desarrolló una actividad hotelera que abarca toda la geografía española y que sigue de la mano de su hijo Guillermo.
En las últimas dos décadas, Chelo dirigió personalmente la expansión comercial de las bodegas del grupo Álvaro Palacios en el mercado nacional. Su bagaje, su visión y su enorme capacidad de gestión han resultado cruciales para el éxito de las marcas Palacios Remondo en Alfaro (DOCa Rioja), Álvaro Palacios en Gratallops (DOQ Priorat) y Descendientes de José Palacios en Corullón (DO Bierzo), esta última cofundada por su propio hijo, Ricardo Pérez Palacios.
Descanse en paz