En su afán por seguir creciendo y evolucionando, el grupo bodeguero Familia Martínez Zabala ha dado un paso más allá para cambiar su marca corporativa, siendo fiel a sus orígenes y reflejando sus pilares: familia, viñedos, sostenibilidad e innovación.

Un nuevo rumbo para el grupo bodeguero con más de 160 años de historia, de saber hacer, de pasión por la vid y el mundo del vino que actualmente dirige la cuarta generación, Carmen y Lourdes Martínez Zabala. Una generación con más de 25 años de experiencia en la bodega que trabaja por mantener este legado con visión de futuro, apostando siempre por el avance y la búsqueda permanente de la excelencia, y respetando a la tierra y el medio ambiente.

Con una facturación de 74 millones de euros en 2021, Familia Martinez Zabala inspired by vineyards pretende capitalizar el reconocimiento construido a lo largo de estos años y potenciar todas las marcas de su portafolio: Bodegas Faustino, Bodegas Portia, Bodegas Campillo, Bodegas Marqués de Vitoria, Bodegas Valcarlos y Bodegas Leganza. Una nueva marca corporativa que pretende transmitir su carácter global e internacional, elevar su imagen y construir un sentimiento de pertenencia a la compañía.

El viñedo, la razón de ser de Familia Martínez Zabala

Familia Martínez Zabala defiende que el cuidado de los viñedos es clave para elaborar vinos de alta calidad. Ser uno de los grupos bodegueros con mayor viñedo en propiedad, 2.200 hectáreas en las cinco denominaciones de origen más prestigiosas de España, les permite garantizar el mejor trato a la tierra, y consecuentemente obtener la mejor calidad de las uvas, asegurar la trazabilidad de sus vinos e identificar y asignar áreas de vendimia a cada tipo de vino.

Gracias a esa cuidada selección de la uva y una elaboración que conjuga tradición e innovación, Familia Martínez Zabala ofrece una de las más amplias y reconocidas gamas de vinos tintos, rosados, blancos y cavas; con una clara vocación exportadora y apreciados en más de 140 países.