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Finca Rodma se consolida dentro de Ribera del Duero con tres vinos de alta gama elaborados con la variedad tempranillo: Finca Rodma Selección, Finca Rodma Avizor y el último en sumarse a la familia, el exclusivo Gran Rodma, que sale al mercado en octubre. La bodega está ubicada en un paraje privilegiado en la localidad vallisoletana de Quintanilla de Arriba, en la zona conocida como “milla de oro”.

Los vinos de Finca Rodma se elaboran con uvas procedentes del viñedo más exclusivo de Ribera del Duero en una bodega donde tradición y vanguardia conviven en una magnífica simbiosis con el entorno. La conexión con la naturaleza y la calidad de los vinos se reflejan en una imagen sofisticada y elegante que plasma su esencia a la perfección.

Todo comenzó tres años atrás. En 2019 la familia Martín Rodríguez (Grupo Valdecuevas) logró materializar un proyecto con el que llevaban tiempo soñando: poner en marcha una bodega única en la que se cuidaran hasta los más pequeños detalles.

Con esta ambiciosa premisa, la familia desembarcó en Ribera del Duero, una de las denominaciones de origen más reconocidas a nivel internacional. Con el foco puesto en la calidad y la exclusividad, el emplazamiento del viñedo y de la bodega no podía ser otro que la conocida como “milla de oro”, una zona privilegiada bañada por el río Duero en la que se ubican algunas de las bodegas con mayor prestigio del mundo.

Tan solo tres años después del inicio del proyecto, Finca Rodma es ya un referente de calidad en la zona y cuenta con presencia en 10 mercados internacionales. A la excelente acogida Finca Rodma Selección, que dio sus primeros pasos en junio de 2021, se sumó tres meses después Finca Rodma Avizor. Con el próximo lanzamiento del extraordinario Gran Rodma, la bodega culmina su primer propósito: sacar al mercado tres vinos destinados a diferentes públicos pero con un denominador común, un carácter único.

Finca Rodma, viñedo en la “milla de oro” de Ribera del Duero

De los 115 kilómetros que abarca la D.O. Ribera del Duero, en tan solo 15 kilómetros situados en la parte más occidental del territorio, se concentran algunas de las bodegas más icónicas tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Finca Rodma está ubicada en la localidad vallisoletana de Quintanilla de Arriba, un lugar privilegiado dentro de un enclave único en el mundo. La influencia del río Duero marca la esencia de unos vinos que se encuentran entre los más afamados del planeta.

La elección del viñedo llegó de forma natural: un vino sobresaliente solo se puede elaborar con las mejores uvas. Las parcelas donde se ubican las vides de la variedad tempranillo son famosas por su extraordinaria calidad. Además de este terreno que rodea a la bodega, las uvas proceden de viñedos cuidadosamente seleccionados por su terruño en Pedrosa de Duero, Olmos de Peñafiel y el páramo de Pesquera. De esta manera, las uvas propias se complementan con las externas y aportan las particularidades que les otorgan los diferentes tipos de suelo –calizo, arenoso, arcilloso y pedregoso- y las diversas altitudes de las plantas, que oscilan entre los 650 y los 980 metros.

Un entorno perfecto para una uva que se caracteriza por necesitar unas determinadas condiciones climáticas: alta insolación y temperaturas con mucha oscilación térmica entre el día y la noche. Este es un factor determinante en la fase de maduración de la fruta ya que permite potenciar los aromas varietales y mantener una acidez equilibrada.

El resultado es una variedad de uva, la tempranillo –también conocida como tinta del país o tinto fino-, única en todo el planeta. Los racimos son grades, compactos y uniformes, y las bayas se caracterizan por una piel gruesa y de color negro azulado. La vendimia se realiza a mano, con una primera selección de la uva en el mismo terreno y en cajas de menos de 15 kilos. Durante el proceso de recolección, se cuidan y respetan al máximo los racimos, las viñas y el entorno.

Finca Rodma, compromiso con la sostenibilidad

Cuando los Martín Rodríguez desembarcaron en Ribera del Duero sabían que el alma de la bodega no podía ser otro que Antonio Nieto. El enólogo lleva desde 2014 ligado a los proyectos vitivinícolas de familia, cuando comenzó a elaborar los vinos del Grupo Valdecuevas, en la D.O. Rueda. Con la compra de Finca Rodma el reto era dar vida a vinos tintos que reflejaran el “terroir” de la zona, cuidando las uvas desde la vid hasta el final del proceso de elaboración y con un respeto absoluto por el entorno.

El edificio que alberga la bodega refleja una unión perfecta entre naturaleza y arquitectura respetando los valores intrínsecos del paisaje. Con una superficie que ronda los 2.000 m2, está situado en el centro de los viñedos con el fin de tener un mayor control de la calidad y el proceso de creación de los vinos. Funcionalmente, se divide en dos cuerpos unidos entre sí: uno dedicado a la elaboración y otro a la crianza.

Desde su adquisición, la familia ha realizado una serie de mejoras con tres objetivos: respetar y cuidar la uva; utilizar métodos tradicionales en la elaboración de los vinos combinados con novedades tecnológicas y, por último, minimizar el impacto medioambiental. Para afianzar el objetivo de sostenibilidad, el techo de la bodega cuenta con una instalación de placas solares que garantizan el 45% de la energía que se consume proceda de fuentes renovables. Además, han mejorado el sistema de tratamiento y depuración de aguas.

Entre otras novedades, han optimizado la capacidad de selección de la uva, que se realiza en mesas antes de entrar al depósito, y han mejorado la elaboración por gravedad aumentando la capacidad de los OVIS. Con este sistema, Finca Rodma consigue cuidar la uva durante todo el proceso de elaboración al servirse únicamente de la ley de la gravedad para mover la fruta y el vino desde su recepción hasta su fermentación. Así, se reduce al máximo la utilización de elementos mecánicos tradicionales. Este sistema permite la obtención de vinos más naturales en los que se pueden apreciar mejor sus cualidades.

Por otro lado, la familia ha renovado totalmente el parque de barricas, con la adquisición de tinas de roble y barricas de vinificación integral para la elaboración de los vinos más exclusivos. Para la fermentación, disponen de diez pequeños depósitos troncocónicos de acero inoxidable de 1.500 litros, dos tinas de madera de roble francés de 8.000 litros de capacidad y seis barricas de 500 litros adaptadas para optimizar la maceración. Así, pueden elaborar por separado cada una de las subparcelas y adecuar la vinificación a sus características propias. Actualmente, la bodega cuenta con 150 barricas nuevas y de un año de uso, un 75% de roble francés y un 25% de roble americano.

El respeto a la tradición y el cuidado medioambiental se reflejan también en la elección del corcho de los tapones, obtenido naturalmente del paraje en el que se encuentra la bodega.

Finca Rodma, vinos artesanales, únicos y de una calidad excepcional

Finca Rodma limita las producciones de vino dando prioridad a la exclusividad y el proceso artesanal. El producto resultante es elegante y tiene un carácter y personalidad propia.

La naturaleza es el hilo conductor de estos vinos. Un relato donde el protagonismo recae en la unión con el entorno de dos de los animales que habitan estas tierras: la trucha y el águila.

“La trucha elige el río por sus aguas. Y lo convierte en su hogar”.

“Y el águila elige la trucha que le servirá de alimento haciendo que el ciclo natural se mantenga en perfecta armonía”.

Finca Rodma Selección – “La trucha eligió vivir en las aguas únicas del río Duero, cuya ribera concede las características tan especiales a nuestros viñedos creando las condiciones perfectas para un terroir exigente y lleno de personalidad”.

Complejo, fino, limpio y elegante.

De un brillante color picota profundo, en boca predomina la fruta roja madura, con tonos de regaliz, frutos del bosque y cereza negra, junto con leves toques de vainilla y canela. El tostado de la madera aparece muy sutil.

Vino con cuerpo, buena acidez, taninos maduros y pulidos de trago largo, persistente y sedoso.

Variedad: 100% Tempranillo.

Tipo de crianza: 12 meses en barrica de roble francés (60%) y americano (40%).

Finca Rodma Avizor – “El águila eligió su hábitat en la misma zona de nuestros viñedos, a una altura considerable sobre el nivel del mar que forja el carácter indomable y exquisito de una uva y, por ende, de un vino incomparable”.

Equilibrado, intenso, largo y atractivo.

Elaborado con uvas procedentes de un viñedo asentado en suelos calizos a una altitud superior de 900 metros, ofrece unas sensaciones organolépticas que se complementan con barricas de roble francés cuidadosamente seleccionadas.

Vivo color rojo picota, profundo y brillante. Intenso y equilibrado en nariz, con notas de cereza, frutos negros y violetas, combinado con especias y hierbas aromáticas.  Entrada suave, tierna y cremosa muy persistente mostrando la elegancia y el equilibrio del vino.

Las notas amaderadas se combinan armoniosamente con la fruta, reapareciendo en la fase retronasal junto con los dulces, el regaliz y los tostados.

Variedad: 100% Tempranillo.

Tipo de crianza: 15 meses en barrica de roble francés.

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