Aunque no se vea gravemente perjudicado de manera directa por la guerra en Ucrania –algo que sí ocurre con quienes dependen de los cereales o del aceite de girasol– el sector español del vino también se ve afectado por la guerra en Ucrania. No tanto por las exportaciones directas a los países en conflicto, puesto que Rusia y Ucrania no son importantes destinos de los vinos españoles. Lo que verdaderamente preocupa son las, aún muy difíciles de evaluar pero que sin duda serán notables, repercusiones que la contienda tendrá en la economía europea y mundial y que golpearán de forma significativa al sector.
Sumadas, las exportaciones de vino español a Rusia y Ucrania en 2021 solo representaron en 40,4 millones de euros, el 1,42% del volumen y el 1,23% del total mundial. Fueron 24,2 millones a Rusia, entre vinos, mostos de uva y zumos, y 16,2 millones a Ucrania. El descenso en 2022 de estas cifras a causa de la guerra será muy importante, pero su montante dependerá del curso, duración, grado de destrucción y resultados de la contienda, todos factores hoy en día extremadamente difíciles de prever.
Tampoco será igual en Rusia y Ucrania. No es descabellado suponer que, en los peores escenarios, en el segundo país –donde se desarrolla la contienda– es posible llegar a la práctica desaparición de las exportaciones en 2022. En Rusia, cuyo territorio no está directamente afectado por la guerra, el efecto puede ser menor. En este caso es la reducción drástica del comercio debida a las sanciones y a la imagen de España como país enemigo lo que reducirá las ventas de vino español. Sin duda en una medida muy importante, pero difícil de estimar ahora mismo.
Las cifras al comienzo citadas son generales para todo España y, como es lógico, el grado de afección cambia según para quién. En algunos casos el efecto es ínfimo; por ejemplo, para el País Vasco los países en guerra solo representan un 0,2% de las exportaciones de vino. Por poner otro ejemplo, para Castilla-La Mancha el mercado ruso representa apenas un 1,3% del valor de las exportaciones de vino a nivel mundial. Es un mercado pequeño al igual que el de Ucrania, donde desciende hasta un 0,5% del total de lo que vende en vino al exterior.
José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV), apunta que Rusia ocupa el puesto 19 del ranking de exportaciones españolas, pero si bien los volúmenes son bajos, se trataba de mercados en crecimiento. Benítez destaca que, ante la catástrofe humana y la masacre de civiles que significa la guerra, el problema económico del sector no es muy significativo.
Iñigo Torres Andrés, director general de Grupo Rioja, comentó a Mercados del Vino que “Rusia ocupa el 8 lugar en el ranking de exportaciones de Rioja. En 2021 se vendieron un total de 106 millones de litros de vino, de los cuales solo 3,8 millones fueron a Rusia, que representaron un total de 12,3 millones de euros. A Ucrania se vendieron 290.000 litros de vino, que representaron 1,3 millones de euros”. Son cifras no despreciables, pero tampoco imprescindibles.
En este mismo sentido se manifestó a nuestra publicación Iker Ugarte, presidente de la Asociación de Bodegas de Ribera del Duero (Asebor). “Para la D.O. Ribera del Duero, Rusia ocupa el número 12 en el ranking de países a los que exporta, con un total de 300.000 botellas, cuando en su totalidad la Denominación exporta 100 millones de botellas”.
El cualquier caso se frustran expectativas, especialmente en Ucrania, que era un mercado en claro crecimiento. Distinto es en Rusia, que, aunque con mayor volumen, ha tenido tendencia a la baja desde la entrada en vigor en 2020 de una ley del vino que restringe las compras a granel, así España le vendió 87 millones de litros en 2019 y menos de 30 en 2020 y 2021. El caso ucraniano es inverso: de 2015 a 2021 pasaron de 3,2 millones de litros a 13,7 millones.
Consecuencias económicas
Aparte de las pérdidas en ventas y las opciones de crecimiento en la zona en conflicto, y que ya se han producido algunos impagados, lo que más preocupa al sector es la desaceleración de la economía en el mundo. “En términos globales la desaceleración de la economía traerá consecuencias para todas las bodegas, aunque todavía no podemos conocer la magnitud”, comenta Iker Ugarte.
En el mismo sentido muestra su preocupación Iñigo Torres, quien apunta a tres cuestiones que afectarán al sector del vino. “Por una parte, las consecuencias que traerán las sanciones impuestas a Rusia y las que está impondrá a otros países. También afectarán las restricciones que se están desarrollando en las transacciones económicas. Por último, estaría la degradación de la economía rusa. Cuanto más baje el valor del rublo más subirán los precios de los vinos y esto provocará un descenso en sus ventas”, afirma, añadiendo “esperemos que el conflicto se resuelva cuanto antes y todo vuelva a la normalidad. En primer, desde un punto de vista humanitario, ya que está generando sufrimiento a millones de personas.”
Daniel de Manuel, export manager de Bodegas Protos, afirma a Mercados del Vino que a corto plazo las exportaciones a Ucrania, e incluso a Rusia, pueden darse por perdidas. En el caso de Ucrania directamente por la guerra: “tenemos un pedido pendiente de envío y es imposible realizarlo, hemos hablado con el cliente para saber como están y ni tocamos el tema del pedido”. Respecto a Rusia, de Manuel afirma que, si bien allí el efecto de la guerra no es directo, la caída del rublo y las sanciones provocan un resultado parecido, estas últimas incluso antes de ser aplicadas, y también espera restricciones rusas en respuesta a ellas.
En resumen, de Manuel a corto plazo da por perdida prácticamente toda la exportación a los países en guerra. A medio considera que en este momento no es posible aventurar nada y todo dependerá de como evolucione la contienda.
Por otro lado, en España ya algunas bodegas han pasado al contrataque en defensa de Ucrania. Así, La Rioja Alta S.A. manifiesta en un comunicado que “Como consecuencia de la injustificada y condenable invasión por parte del ejército ruso a Ucrania, La Rioja Alta, S.A. desea comunicar su decisión de suspender unilateralmente las relaciones comerciales que actualmente mantenía con Rusia. De esta forma, el grupo bodeguero traslada toda su solidaridad con el país ucraniano y con sus ciudadanos, que están sufriendo muy gravemente las consecuencias de una acción militar devastadora y de consecuencias incalculables”.
Consecuencias en las estrategias alimentarias de la UE
La invasión rusa de Ucrania va a suponer un replanteamiento de las estrategias agroalimentarias en la Unión Europea, flexibilizando algunas medidas de la Política Agraria Común con el fin de incrementar las producciones.
El ministro Luis Planas ha analizado junto a las organizaciones profesionales agrarias (Asaja, COAG y UPA) la situación. Tras mostrar su solidaridad con el pueblo ucraniano, Planas ha asegurado que “estamos ante una situación excepcional, que requiere de medidas excepcionales”. Según el ministro, es necesario actuar con celeridad para asegurar la producción y abastecimiento alimentario en Europa.
“El orden de prioridades cambia”, afirmó, y la Comisión Europea tiene que flexibilizar medidas para afianzar la disponibilidad de materias primas, como ya le manifestamos los Estados miembros, en la reunión extraordinaria del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE.
El ministro y las organizaciones agrarias han compartido la preocupación por el probable encarecimiento de precios y tensiones en el abastecimiento de algunos productos. Ucrania y Rusia son dos grandes productores de cereales y oleaginosas a escala mundial. La actividad comercial en Ucrania está totalmente paralizada y hay dudas sobre las posibilidades de siembra y producción para la próxima campaña.
En el caso de España, Ucrania es su segundo suministrador de maíz, por detrás de Brasil, con un volumen medio por temporada de 2,7 millones de toneladas, el 22 % de nuestras compras de este producto en el exterior. También son destacables las importaciones de torta de girasol, con 233.00 toneladas, el 68 % del suministro total que recibe España. Estos productos tienen un gran uso en la fabricación de piensos para alimentación animal.
El ministro ha señalado que se trata de un problema que afecta al conjunto de Europa, por lo que ayer solicitó a la Comisión Europea active todos los mecanismos que sean necesarios para facilitar la disponibilidad de materias primas en el mercado único y que se flexibilicen las medidas de la PAC para que se pueda incrementar la producción. En este sentido, ha apuntado la necesidad de que de flexibilicen algunos requerimientos técnicos aplicables a las importaciones, siempre con el aval de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés).
Principales datos del comercio de España con Ucrania y Rusia
España exportó el pasado año a Ucrania productos agroalimentarios por un valor de 175 millones de euros –en 2021 las exportaciones agroalimentarias españolas generaron 60.118 millones de euros–, mientras que las importaciones ascendieron a 1.027 millones de euros (el 2,5% del total), entre ellas destacan cereales (545 millones de euros), maíz (510 millones de euros) y aceites (423 millones de euros, el grueso de los cuales, 422 millones de euros, corresponden al de girasol), todo según datos del MAPA.
En el caso de Rusia, España vendió productos por un valor de 245 millones de euros (apenas el 0,4 % del total agroalimentario), sobre todo aceitunas, por valor de 56 millones de euros, además de aceite de oliva, vino y semilla de girasol. En lo que se refiere a las importaciones, el pasado año sumaron 202 millones de euros, el 0,5 del total de las importaciones.
España es un importador neto de cereales, con un déficit estructural medio en la balanza comercial de las últimas 5 campañas de 14,7 millones de toneladas, cuyo destino principal es abastecer la cabaña ganadera.
El maíz es el cereal más importado en España, en su mayoría procede de terceros países y, entre ellos, destaca Ucrania, que representa el 16 % de las exportaciones internacionales de maíz y es el cuarto mayor exportador del mundo.
En la campaña 2020/2021, Ucrania fue el segundo proveedor de maíz de España, por detrás de Brasil. Las importaciones de maíz procedentes de este país, en dicha campaña, representaron el 22 % del total de las importaciones españolas de este producto. España importa una media de 2,7 millones de toneladas de maíz al año.