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Según un estudio publicado recientemente en el Reino Unido el vino (tranquilos y espumosos), probablemente por el efecto de los polifenoles, puede reducir el riesgo de cardiopatía isquémica, sin incrementar el riesgo de mortalidad, de enfermedad cardivascular, cerebrovascular y de cáncer.

La Anglia Ruskin University de Reino Unido, el Medical University de Viena (Austria), la North-West University (Sudáfrica) y el George Institute for Global Health de Sydney (Australia) han llevado a cabo un estudio conjunto sobre los efectos en la salud del consumo de diferentes tipos de bebidas, según publica Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN) en un comunicado.

El análisis se ha realizado durante más de 7 años y contado con la participación de 500.000 voluntarios, de 40-69 años, a , a partir del UK Biobank que investiga a largo plazo la predisposición genética y la exposición ambiental del ser humano al desarrollo de enfermedades

Dicho análisis, según FIVIN, apunta a que sus hallazgos no respaldan la noción de que el consumo de cualquier tipo de alcohol pueda ser beneficioso para la salud, puesto que solo el consumo de vino (tranquilos y espumosos) fue beneficioso al reducir el riesgo de cardiopatía isquémica, sin incrementar el riesgo de mortalidad, de enfermedad cardiovascular, cerebrovascular y de cáncer. De esta conclusión se infiere que dichos efectos beneficiosos del vino podrían atribuirse mayoritariamente a los polifenoles.

Según FIVIN, la importancia de este estudio se debe, en parte, al momento en el que llega tras la reciente publicación del último informe del Global Disease Burden en el que muestra al alcohol como una de las primeras causas de discapacidad y mortalidad en el mundo. Su argumento de que no hay consumo seguro de alcohol ha influido significativamente en el posicionamiento de la OMS y de muchos países frente al alcohol.

“Los resultados de este estudio permiten no generalizar sobre los efectos negativos del alcohol, puesto que no se observaron con el consumo de vino, el cual puede incluso ser beneficioso en cuanto a la reducción del riesgo de infarto de miocardio. Estos hallazgos deberían hacer reposicionar a las instituciones sobre los riesgos del alcohol, obligando a diferenciar el consumo moderado de vino o cava-champagne respecto al consumo de otras bebidas alcohólicas” afirma el doctor Josep Masip, profesor de Cardiología de la Universidad de Barcelona y miembro del Comité Científico de FIVIN.

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