El proyecto personal de José Moro, Bodegas Cepa 21, celebró 21 años de trabajo, de legado y tradición. Una bodega situada en Castrillo de Duero, en la zona vallisoletana de Ribera del Duero.
Más de 600 personas se congregaron el 5 de octubre en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles (Madrid) para celebrar el 21 aniversario de Bodegas Cepa 21. Como presidente de la bodega, José Moro ejerció de anfitrión de esta gran fiesta en la que se rodeó de amigos y de numerosos rostros conocidos para brindar por esta fecha tan especial. Carlos Herrera, Iker Casillas, Alberto Contador, Carlos Sobera, Irene Villa, Álex González, Roberto Leal, Paz Padilla, Carlos Latre, José Luis López Fernández ‘El Turronero’ o el padre Ángel no quisieron perderse este acontecimiento, en el que además se presentó la nueva imagen de la bodega. Los asistentes pudieron deleitarse con los vinos de la bodega y de un exquisito cóctel. Además, y como colofón, los asistentes disfrutaron de un espectacular video mapping, con el que se daba a conocer en primicia la estrenada imagen corporativa de la bodega y el nuevo etiquetado de sus referencias.
En sus palabras, José Moro declaró: «Los que me conocéis sabéis que me salieron los dientes alrededor del vino, recibí un gran legado de mi abuelo y de mi padre y gracias al aprendizaje de toda una vida soñé un proyecto diferencial en un entorno único en el que elaborar vinos con carácter, con personalidad. Hoy, 21 años después, echo la vista atrás y estoy orgulloso del trabajo bien hecho y de la pasión que desprende cada paso recorrido. Hoy es un punto de inflexión en el devenir de Bodegas Cepa 21, un proyecto llamado a conquistar el mundo, porque es una bodega con verdad, historia, con las ideas claras y capaz de tocar el cielo», afirmó.
Bajo el lema “21 motivos para seguir soñando”, Cepa 21 festejó su aniversario plenamente consolidado como el proyecto vinícola más diferencial de Ribera del Duero, con una marcada personalidad y con el sello indiscutible de su creador: José Moro. Cepa 21 fusiona la experiencia vitivinícola de toda una vida con una apuesta por la innovación y la vanguardia en un entorno único en el que la protagonista indiscutible es la variedad tempranillo. Con un notable reconocimiento a nivel nacional e internacional, cada uno de los vinos que conforman este proyecto tiene su propia impronta: desde el icónico Cepa 21 al rotundo Malabrigo, pasando por el sublime Horcajo y el joven Hito (uno de los cien mejores vinos calidad-precio según Wine Enthusiast), con su delicada versión de Hito Rosado. José Moro está al frente del que es su proyecto más personal, como autor de vinos amables, que sacan sonrisas y que te animan a seguir bebiendo. A su dilatada experiencia profesional y su momento vital de madurez, se une al amor que profesa a su tierra para conferir a esta bodega un espíritu fuerte y con empuje, cuya máxima es siempre la constante búsqueda de la excelencia.
Nueva imagen, misma alma
Con motivo del XXI aniversario de la marca, Cepa 21 ha decidido dar un giro a su imagen cambiando las etiquetas de sus cinco referencias y, por tanto, la imagen global de toda la bodega. Las nuevas etiquetas son el fiel reflejo de su filosofía: plasman escenas cotidianas de las labores del campo de la infancia y la juventud de José Moro en la Ribera del Duero y cuentan la historia de la viticultura castellana tradicional. Sin embargo, esos recuerdos de las raíces de José Moro se combinan a la perfección con el valor de la diferenciación, a través de colores vivos y acabados que llaman la atención. Cada una de las etiquetas alude a momentos de la vida más personal del presidente de Cepa 21, algo que él mismo ha descrito.
- HITO ROSADO
«Cuando era niño corríamos entre las viñas y recuerdo a la perfección pararme frente los hitos, desmontarlos y volverlos a montar. Son postes de piedra que delimitaban las parcelas o indicaban el camino. Es un símbolo muy representativo de la viticultura tradicional y de la añoranza de los vinos de antes; eso es también Hito Rosado, un recuerdo de los clásicos claretes, pero reinventados desde la perspectiva más innovadora».
- HITO
«Los hitos han sido y serán siempre parte de mi vida. Siempre me había contado mi abuelo que eran pistas que ponían los viticultores para delimitar los terrenos. Hito es nuestro tinto más joven, y muestra su lado más fresco, pero lleva el alma de la viticultura tradicional, completamente respetuosa con la variedad para sacar lo mejor de ella».
- CEPA 21
«No hay mayor activo para mí que la vid, que me ha dado tanto a lo largo de mi vida. Cepa 21 es el recuerdo de los días eternos en el campo acompañando a mi padre, rodeado de viñedo y con las morisca al hombro para entrecavar la tierra. El ciclo vegetativo de la vid me mostraba cada instante un momento único en ella; veía cómo cambiaba y mi padre me enseñaba qué necesitaba el viñedo en cada momento. Es ahí cuando entendí que hay que saber escuchar a la naturaleza y acompañarla en su crecimiento».
- MALABRIGO
«Malabrigo expresa uno de los momentos que mejor y con mayor cariño recuerdo de mi vida. Los instantes en los que me sentaba con mi padre al pie de la vid a descansar tras una mañana de dura faena. Mi padre sacaba pan y jamón, lo cortábamos a la vieja usanza y lo acompañábamos con un trago de vino. Las condiciones de la Ribera del Duero siempre han sido duras, por lo que nunca faltaba la pelliza, aunque bien es cierto que ningún abrigo era suficiente para no pasar frío. De ese recuerdo llega Malabrigo, la historia de mi vida que me ha llevado hasta aquí».
- HORCAJO
«Horcajo es el nombre que se le otorga a la confluencia entre dos cerros o laderas. La ribera está repleta de paisajes únicos y precisamente no faltan horcajos. Representa para mí un viaje a mi pasado, cuando de niño veía a mi abuelo trabajar la tierra ayudándose de un macho. No le importaba si el terreno estaba en cuesta, porque la pasión le movía. De él aprendí a valorar el esfuerzo y la dedicación, porque nada se cruzaba en su camino si se trataba de cuidar su viñedo».