La bodega de la D.O. Navarra refuerza el departamento de enoturismo para ofrecer un servicio más flexible y personalizado. El viajero puede hacer un recorrido por la bodega y su colección de arte y catar tres de sus vinos más icónicos, acompañados de un aperitivo, o hacer una cata sin horarios preestablecidos.
Un infinito y bellísimo mar de viñedos protege los muros de Pagos de Araiz, la bodega estilo chóteau situada a las afueras de la villa medieval de Olite, en Navarra. En su interior se elaboran ocho referencias de vinos englobadas en dos gamas, Blaneo y Pagos de Araiz, que maduran en un entorno privilegiado en donde la cultura del vino se funde con el arte a través de las diferentes obras de arte, propiedad de Corporación Masaveu, que se pueden apreciar en la bodega.
Para que el visitante pueda conocer y disfrutar del mundo del vino y acercarse también al mundo artístico en este escenario único, la bodega ha dado un fuerte impulso al área de enoturismo con el fin de ofrecer un servicio más flexible y personalizado a visitas privadas de grupos, particulares y empresas interesadas en organizar eventos. Como resultado, la bodega ha duplicado el número de visitantes este verano respecto a los meses de julio y agosto de 2021. “Visitar la bodega de Pagos de Araiz es apreciar y sentir la filosofía que caracteriza a todas las bodegas del grupo vitivinícola, acercándose a la cultura del vino a través de una experiencia inolvidable que combina naturaleza y arte”, explica Chelo Miñana, directora de enoturismo de MASAVEU BODEGAS.
Las distintas experiencias enoturísticas permiten al viajero, por ejemplo, realizar un recorrido por la bodega y su colección de arte, y catar vinos de la gama premium Blaneo, acompañados de un aperitivo, por 20 euros por persona en un tiempo estimado de lh y 30 minutos.
Si lo prefiere, el visitante puede, sin horarios preestablecidos, limitarse a conocer las elaboraciones de la bodega eligiendo la ‘Cata Flight Pagos de Araiz’ y aperitivo que, por 15 euros por persona, incluye la degustación de tres referencias: Pagos de Araiz Rosado, Roble y Crianza.
Por su parte, la ‘Cata Flight Blaneo’ con aperitivo ofrece saborear dos vinos de la gama premium de la bodega, Blaneo, a un precio de 15 euros por persona. Las referencias que se disfrutan son Blaneo Chardonnay y Blaneo Syrah. El viajero también puede, con cita previa, divertirse con un paseo en bicicleta eléctrica entre viñedos, incluyendo una degustación de vinos al final del recorrido.
“Nuestro compromiso con el enoturismo en Pagos de Araiz es también una apuesta por el crecimiento de esta actividad en toda la zona, perteneciente a la Ruta del Vino de Navarra. Entendemos que el desarrollo de actividades complementarias como el turismo del vino genera dinamismo y alimenta la riqueza del destino”, subraya José Masaveu, director general de MASAVEU BODEGAS.
Según datos recogidos este verano, los visitantes nacionales representan el 85% frente al 15% de viajeros internacionales. Los turistas visitan la bodega atraídos por el entorno en el que se encuentra, pero, a medida que descubren su interior, “finalizan la visita sorprendidos por sus dimensiones, la calidad de sus vinos y el interés de las obras de arte”, afirma Chelo Miñana, no sin antes apuntar que los viajeros culminan su visita “sabiendo que han vivido un momento único en un sitio muy especial, con el recuerdo de haber tenido una gran experiencia alrededor de la cultura, el arte y el vino”, puntualiza.
Acciones de sostenibilidad
La familia Masaveu adquirió la Finca de Pagos de Araiz en el año 2000 para construir una bodega absolutamente vanguardista de 14.000 metros cuadrados y de estilo chóteau. Ahora la bodega dispone de 241 hectáreas de cultivo de viñedo propio plantadas en una finca de 300 hectáreas, que rodean el edificio, con siete variedades de uva (tempranilla, graciano, garnacha, merlot, cabernet sauvignon, chardonnay y syrah).
Actualmente Pagos de Araiz se encuentra inmersa en el desarrollo de varias actuaciones para mejorar la sostenibilidad de la finca que se centran, a grandes rasgos, en los siguientes aspectos:
Reforestación. Plantación de pinos en las zonas de la finca con gran desnivel para evitar la erosión del suelo y aumentar la masa vegetal y forestal de la finca Plantación de setos y cubierta floral espontánea para reducir la erosión y permitir la proliferación de insectos polinizadores y depredadores.
Cubierta vegetal autóctona para mejorar la estructura del suelo y el desarrollo de lombrices y otras especies.
Reducción del uso de pesticidas y optimización del agua de riego.
Estas actuaciones están ligadas a las acciones desarrolladas en todas las bodegas del grupo para atenuar y adaptar los viñedos al cambio climático y mantener los suelos, regular el crecimiento vegetativo de la planta, fertilizar y adecuar la producción mediante la poda, y aplicar estrategias de riego para controlar el estrés hídrico. “También estamos inmersos en un proyecto de l+D+i estudiando acciones en viñedo y en bodega para luchar contra los efectos del cambio climático y comprender las variaciones climáticas pasadas, actuales y futuras para actuar en consecuencia y preservar la excelencia de los vinos”, aclara Juan Glaría, coordinador de enólogos de MASAVEU BODEGAS.
Vinos llenos de matices
Los vinos de Pagos de Araiz son vinos modernos, complejos y llenos de matices. La gama Pagos de Araiz integra cinco vinos, entre ellos un rosado elegido como mejor rosado de navarra en la Selección de Vinos DO Navarra 2021, y la línea premium Blaneo, compuesta por tres monovarietales. La bodega acaba de lanzar Blaneo Garnacha 2021 en su clara apuesta por los grandes vinos de alta calidad de la DO Navarra. Actualmente y hasta finales de mes, la bodega está en vendimia y prevé recoger 1.000.000 kilos de uva de sus siete variedades diferentes.