La Fundación para la Cultura del Vino (FCV) ha renovado su presidencia, de acuerdo con el proceso de rotación habitual que tiene establecido. El hasta ahora presidente, Pablo Álvarez, consejero delegado de Vega Sicilia, ha dado el relevo a Antón Fonseca, vicepresidente del Grupo Terras Gauda, al frente del patronato de la Fundación. Pero esta no es la única novedad de la reunión del patronato que se celebró el pasado 29 de noviembre; en la misma, también se aprobó el nombramiento de Pedro Ruiz, consejero delegado de Alma Carraovejas, como vicepresidente de FCV.
Entre las primeras tareas que tendrá que abordar la nueva directiva está la celebración, durante el próximo 2022, del trigésimo aniversario de la FCV. En este sentido, Antón Fonseca explicaba que “la fundación lleva meses trabajando en una profunda transformación que va a permitir sacar a la luz gran parte del conocimiento generado en estas tres décadas de trabajo”. Fonseca estrena presidencia consciente de que “hay que seguir volcando nuestros esfuerzos en crear una verdadera cultura del vino que ayude al sector a hacer frente a retos como el del cambio climático y a la sociedad a reconocer la importancia que el vino tiene, no solo en nuestra economía, sino también en nuestra cultura”. Para ello, entre otras actividades y medidas, “el año próximo la fundación estrenará nueva página web, más abierta, moderna y con contenidos de valor para el público”, insiste Fonseca.
El patronato de la Fundación para la Cultura del Vino está formado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación además de por seis prestigiosas bodegas de España (Terras Gauda, Marqués de Riscal, La Rioja Alta, S.A., Muga, Vega Sicilia y Alma Carraovejas). La fundación tiene como objetivos transmitir el vino como parte de nuestro patrimonio cultural, profundizando en el conocimiento de su historia, de las técnicas de cultivo de la vid, de su elaboración y de las formas disfrutarlo.