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La organización plantea un bloque de propuestas para el nuevo ciclo institucional europeo 2024-2029 con el lema ‘Fortalecer, agilizar, impulsar’. El presidente de CEOE, Antonio Garamendi, presentó el documento de medidas al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

CEOE aboga por afianzar la competitividad europea y situarla como eje de las políticas de la UE durante el nuevo ciclo institucional europeo 2024-2029. “En un contexto de creciente rivalidad geoestratégica y fuerte competencia internacional, el impulso a la competitividad europea es esencial para conseguir una UE más fuerte”, subraya la organización.

Con este objetivo, CEOE plantea un bloque de propuestas para los próximos cinco años del ciclo legislativo europeo bajo el lema Fortalecer, agilizar, impulsar. El presidente de la Confederación, Antonio Garamendi, ha presentado el documento, este miércoles, al ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.

“Desde CEOE estamos convencidos de que el periodo 2024-2029 supone una oportunidad para que la Unión sitúe la competitividad y el crecimiento económico en el centro de sus políticas”, señala Antonio Garamendi, que añade: “Estamos convencidos de que aumentar la competitividad de nuestras empresas y de nuestras economías es crucial para poder afrontar los desafíos internos y externos de máximo calado a los que nos enfrentamos en estos momentos”.

A su juicio, “esta estrategia es necesaria para, a partir de ahí, poder desarrollar nuestro compromiso compartido con una UE social y ambiciosa desde el punto de vista medioambiental”.

“El compromiso de los entes públicos, españoles y europeos, y de las empresas con la colaboración público-privada debe ser piedra angular” para lograr estos objetivos durante el próximo ciclo europeo, en el que “es esencial seguir impulsando el papel de España en la UE y velar por que nuestras prioridades estratégicas como país lo sean para el conjunto de la UE y se reflejen en la agenda europea de los próximos cinco años”, apunta el presidente de CEOE.

Para el ministro José Manuel Albares, las propuestas presentadas por CEOE “aportan contenido al trabajo de reflexión de los próximos meses, contribuyendo a fortalecer, agilizar e impulsar el mercado único”.

De este empeño, asegura, “dependerá en gran medida el futuro de Europa. Porque cuando hablamos de competitividad o de mercado, hablamos de ciudadanos, hablamos de prosperidad, de bienestar y de empleo. Y, por todo ello, debemos renovar nuestro compromiso con el mercado único, con su construcción y profundización”.

Nueves ejes de actuación

Las propuestas de CEOE para el nuevo ciclo europeo se articulan en torno a nueve ejes. El primero es el relativo al establecimiento de un marco regulatorio para la competitividad. Un nuevo espíritu regulatorio que promueva la inversión, que propicie un desarrollo de la legislación ya existente más eficiente y efectiva, que evite incoherencias, solapamientos y contradicciones entre sus objetivos y que deje a un lado todo lo que sea complejidad innecesaria y obligaciones de reporte superfluas.

El segundo eje recoge propuestas para completar el mercado único, como prioridad central. El mercado único es el eje central de la fortaleza y resiliencia económica de la UE y su culminación es el instrumento principal para relanzar la competitividad europea. Por eso, CEOE entiende que, durante el próximo ciclo político, debemos pasar a la siguiente etapa en su profundización, situándolo en el centro de la integración europea, la transición ecológica y la agenda de innovación de la UE.

El tercer bloque de medidas está relacionado con un entorno económico y fiscal que impulse la inversión. Así, para crear un entorno estable y predecible que impulse incentivos fiscales y atraiga la inversión, es fundamental completar la Unión Bancaria y seguir avanzando en la Unión de los Mercados de Capitales, asegurando también la correcta aplicación del nuevo marco de gobernanza económica, entre otras iniciativas.

El cuarto eje de las propuestas de CEOE sitúa la competitividad en el centro de la transición verde. Las empresas españolas apoyan la agenda climática de la UE y están comprometidas con mejorar sus procesos de producción, adaptar sus modelos de negocio y desarrollar tecnologías innovadoras para ser más eficientes en recursos y usos energéticos, así como más sostenibles ambientalmente, contribuyendo a la consecución de los objetivos asumidos por la UE.

Competitividad de la industria

España puede convertirse en un hub estratégico para la descarbonización de la economía europea y para el desarrollo de la economía circular. Pero, para ello, el Pacto Verde Europeo debe venir acompañado de una verdadera estrategia industrial europea coherente, que garantice la competitividad de las empresas europeas y reconozca su papel como facilitadoras de las soluciones prácticas para alcanzar los objetivos ambientales y climáticos.

El quinto eje incluye medidas para consolidar la digitalización de la economía. En un contexto de competencia feroz por liderar la transición digital, Europa no se puede permitir perder terreno frente a sus competidores globales. Por eso, entre otras iniciativas, CEOE apuesta por profundizar el mercado único digital, centrar los esfuerzos en aplicar e interpretar de forma coherente y armonizada el nuevo marco regulatorio, sacar el máximo partido a la inversión digital y liderar el potencial de las nuevas tecnologías.

El sexto eje del documento es el relacionado con el impulso a la innovación como eje de competitividad. Para hacer frente a las barreras administrativas y financieras que tienen que superar las empresas europeas, las instituciones de la UE deben apostar por la creación de un marco estable y un entorno fiable que dé pie a un aumento en el gasto público y privado en investigación e innovación.

El séptimo bloque de propuestas es el de la Europa del diálogo social y de la creación de empleo. Entre otras medidas, CEOE subraya la necesidad de reforzar el papel del diálogo social a nivel europeo y nacional para encontrar soluciones flexibles y ajustadas a la realidad de los mercados laborales.

También quiere fomentar la movilidad laboral entre Estados miembros mediante la mejora del reconocimiento de cualificaciones y políticas de migración ordenada y segura que permitan atraer talento de terceros países. Asimismo, insta a desarrollar sistemas de orientación profesional que apoyen los procesos de formación a lo largo de la vida, el refuerzo de la formación en competencias relacionadas con la doble transición ‘verde’ y digital y una mejora del atractivo de las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).

El octavo eje es el relacionado con la necesidad de una política exterior reforzada y una política comercial y de inversión abierta. En este sentido, es fundamental un apoyo de la UE al multilateralismo como la mejor vía para acometer los retos globales existentes; el refuerzo a la seguridad de la UE en todas sus vertientes; unas medidas económicas que equilibren la promoción de la UE y la búsqueda de socios internacionales; una agenda de inversión y comercial abierta; potenciar las relaciones comerciales con socios clave (como EE UU, China, América Latina y Caribe); profundizar en las relaciones con los países vecinos de la UE (como Reino Unido, Suiza o los del Norte de África,); y preparar a la UE para futuras ampliaciones.

Posición estratégica de España

Por último, el documento que Antonio Garamendi ha entregado al ministro Albares recoge medidas para consolidar una España estratégica en un marco institucional ágil. El objetivo es que los retos y fortalezas de la economía española sean ejes de la agenda europea, lo que debe ir acompañado del necesario espacio institucional en el Colegio de Comisarios y el organigrama de la Comisión Europea y de un posicionamiento fuerte y proactivo de España en las negociaciones en el Consejo de la Unión Europea.

 

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