El pasado 25 de abril, el director general de la OIV, John Barker, presentó, desde Dijon, las principales cifras del sector del vino en el mundo en 2023. Una de las principales conclusiones es que el consumo de vino descendió en todo el mundo, así como la superficie de viñedo, bajó también la producción y aumentaron los precios.
En 2023, el sector mundial del vino enfrentó difíciles desafíos, con volúmenes de producción históricamente bajos y con precios en subida, el año estuvo definido por los efectos persistentes de las presiones inflacionistas globales que ya comenzaron en 2022, según manifiesta la Organización Internacional del Vino.
En cuanto a la superficie de viñedo mundial está continuó su descenso, reduciéndose un 0,5% desde 2022 hasta los 7,2 millones de hectáreas. Esta tendencia, observada por tercer año consecutivo, fue impulsada por la eliminación de viñedos en las principales regiones vitícolas en ambos hemisferios.
Los 6 primeros países representan el 56% del total mundial, mientras que la UE y el hemisferio sur representan el 45% y el 12% respectivamente. España representa el 13%, Francia el 1% e Italia el 10%. China está en el 11%, y USA en el 5%.
Por lo que respecta a la producción de vino, las condiciones climáticas extremas y las enfermedades fúngicas generalizadas afectaron gravemente a muchos viñedos en todo el mundo, culminando en una producción mundial de vino históricamente baja de 237 millones de hectolitros. Esto marcó una caída del 10% desde 2022 y representó la producción más baja desde 1961.
Se registraron volúmenes de producción muy bajos tanto en la UE (145 Mhl, -11%/2022) como en el hemisferio sur (47 Mill. hL, -15 %/2022).
España se sitúa con un 12% de la producción mundial, Francia con un 20% e Italia con el 16%. Les sigue USA con un 10% de la producción mundial
Por otra parte, el consumo mundial de vino en 2023 se estima en 221 millones de hectolitros, lo que indica una disminución del 2,6% en comparación con las cifras ya bajas de 2022. El aumento de los costos de producción y distribución, impulsado por las presiones inflacionistas, provocó un aumento de los precios del vino para los consumidores, que ya estaban lidiando con un poder adquisitivo disminuido. A pesar de estos desafíos, algunos mercados importantes demostraron resiliencia, apunta la OIV.
Más de dos tercios (68%) del consumo mundial se concentra en los 10 principales mercados, donde los cinco principales países consumidores representan el 51% del total mundial. La UE (107 Mill. hL, -2 %/2022) representa el 48 %. España ocupa la sexta posición, con un 4%, USA se sitúa en primer lugar, con un 15%, le sigue Francia, con un 11%, Italia, con un 10%, Alemania, con un 9% y Reino Unido con el 6%.
Si hablamos de comercio internacional de vino en 2013 también se vio notablemente afectado por la subida de precios. Aunque el volumen total de vino exportado cayó a 99 millones de hectolitros, se vio compensado por la subida de precios, alcanzando las exportaciones un valor de 36.000 millones de euros. El precio medio por litro de vino exportado se situó en 3,62 euros por litro, una cifra récord.