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La nueva norma actualiza un real decreto de 1983 con el objetivo de renovar la normativa y poner en valor al aceite de oliva. Este decreto recoge una serie de requisitos sobre trazabilidad, elaboración y envasado del producto final que permitirán situar al aceite de oliva español como el de mayor calidad a nivel mundial y con las máximas garantías en todo el proceso de elaboración. La organización de agricultores UPA ha acogido con frialdad la aprobación del decreto de calidad y trazabilidad del aceite de oliva: “Nos tememos que no se ha aprovechado la oportunidad de dar aliento al olivar tradicional y a las producciones familiares que sustentan el sector”.

El Consejo de Ministros aprobó el 31 de agosto la norma de calidad del aceite de oliva y del orujo de oliva, en una apuesta firme por mejorar la calidad y trazabilidad del producto. El triple objetivo es revalorizar este alimento, en especial el aceite de oliva virgen extra o AOVE, atender las nuevas demandas de transparencia de la ciudadanía y satisfacer una reivindicación histórica del sector oleícola, ya que la anterior normativa databa de 1983.

Con este real decreto por el que se aprueba la norma de calidad del aceite de oliva y de orujo de oliva, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación quiere impulsar la calidad de este alimento, fomentar el conocimiento de sus propiedades entre los consumidores españoles y situarlo en el lugar que le corresponde. Se trata de realzar el valor y otorgar el prestigio que merece a este alimento icónico de la producción agroalimentaria española y de la dieta mediterránea.

Con el fin de evitar confusiones entre los consumidores, los términos “virgen” y “virgen extra”, denominaciones para el puro zumo de aceituna, solo se podrán utilizar para el aceite de oliva y no para ninguna otra grasa vegetal en el mercado español.

También se refuerza la prohibición de mezclar aceite de oliva con otros aceites. A partir de ahora, queda prohibido que alimentos que llevan en su composición aceite de oliva puedan destacarlo en la denominación de venta (si deberán hacerlo en la lista de ingredientes) con el fin de evitar engaños al consumidor. Por ejemplo, los aliños o condimentos con base de aceite de oliva no podrán utilizar las menciones “aceite de oliva u orujo de oliva” en su denominación comercial.

Garantizar a los consumidores un producto de máxima calidad

En esta misma línea de garantizar a los consumidores un producto de máxima calidad, se prohíbe en España la práctica conocida como ‘refrescado’, que consiste en mezclar aceites de oliva vírgenes de la campaña en curso con otros de campañas precedentes a fin de mejorar las características organolépticas del producto más antiguo. Por contra, afectaba a la durabilidad del aceite que se acortaba frente a la de los aceites de las campañas en curso. Se trata de una práctica permitida en la normativa anterior, de hace casi 40 años.

El sector demandaba esta actualización normativa en aras de una leal competencia entre todos los operadores. A partir de ahora, el sector oleícola contará con un plan nacional específico de control de trazabilidad, coordinado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y gestionado por las autoridades competentes de las comunidades autónomas. Se trata de un refuerzo del control oficial en todo el sector que revertirá en más garantías para el consumidor.

La búsqueda de la máxima transparencia también se va a reforzar con la publicación de informes de resultados de los controles de conformidad y de trazabilidad del producto. El acceso de los consumidores a estos informes es otro elemento para trasladarles la máxima seguridad sobre los productos que consumen.

Por primera vez, se obliga a llevar un sistema de trazabilidad estandarizado, muy exigente, que redundará en mayores garantías para el consumidor. Además, se obliga a que los movimientos de aceite vayan amparados por documentos de acompañamiento, herramienta indispensable para un mayor control. Así, los movimientos de aceites a granel deberán ir acompañados de un boletín de análisis que garantice que la categoría declarada es la que dice ser. Este sistema de control, que no existe en ningún otro país del mundo, coloca a España en cabeza de las exigencias de calidad del aceite de oliva.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación pondrá a disposición del sector y autoridades de control un sistema informático para realizar la notificación previa y obligatoria de cualquier movimiento que afecte al producto.

Para promover la imagen del aceite de oliva virgen extra (AOVE), se elaborará un código de buenas prácticas de adhesión voluntaria, consensuado entre los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación y el de Consumo, así como con las asociaciones representativas del sector productor, de la industria, de la distribución y de los consumidores.

El objetivo es mejorar la percepción por parte de los consumidores del aceite de oliva virgen y reforzar la calidad de la categoría ‘virgen extra’. De esta forma, el código

Se recuerda que los envases dispuestos con aceite de oliva virgen extra para los consumidores finales en los restaurantes y colectividades deben ser irrellenables, con el objetivo de evitar prácticas fraudulentas.

 

Dudas por parte de UPA

Ante la aprobación de esta nueva norma la organización de agricultores UPA manifiesta que “Nos tememos que no se ha aprovechado la oportunidad de dar aliento al olivar tradicional y a las producciones familiares que sustentan el sector”.

La aprobación del decreto de calidad y trazabilidad del aceite de oliva viene a renovar una normativa de 1983. Como cabía esperar, la expectación en el campo era máxima. Sin embargo, “nuestras primeras impresiones tras analizar el comunicado emitido por el Ministerio, y a expensas de tener y analizar el texto completo, es que no se ha sido tan ambicioso y valiente como se requiere para proteger a la parte más vulnerable y necesitada de apoyo en el sector oleícola: las miles de explotaciones familiares que con el olivar tradicional dan el sustento a todo nuestro sector”, han explicado desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).

Tal y como han explicado desde UPA, el olivar tradicional y las explotaciones familiares, precisamente el modelo mayoritario en nuestro país y aquel que nos coloca a la cabeza en producción mundial, han recibido con desilusión las primeras informaciones que parecen indicar que el decreto ha ignorado una demanda clave a pie de campo: introducir una definición en la norma para ese olivar tradicional, “es indispensable que, dados los distintos modelos de producción que hoy en día conviven y compiten en el sector productor, la diferenciación entre los aceites de oliva procedentes de distintas formas de cultivo sea clara y apoyada por las Administraciones, dotándola de seguridad jurídica”, indican desde la organización agraria.

A su vez, UPA se ha referido a otra petición que, según estas primeras noticias, también ha sido ignorada por el nuevo texto. Se trata de la separación de instalaciones en la industria, una medida que, tendría un importante impacto en toda la cadena puesto que ahonda en las garantías de calidad del producto. En este apartado de la industria, la organización agraria ha valorado positivamente que se prohíba la práctica del ‘refrescado’, es decir, la de mezclar aceites de oliva vírgenes de la campaña en curso con otros de campañas anteriores.

Sobre otra ausencia en el decreto, UPA ha señalado que parece que finalmente no se han eliminado términos que pueden inducir a la confusión en el consumidor final como “suave” e “intenso”. Sin embargo, los agricultores valoran positivamente que sí se restrinja el uso de los términos “virgen” y “virgen extra” al aceite de oliva y se prohíba para otras grasas vegetales en nuestro país.

En todo caso, UPA cree que el decreto supondrá un avance importante en cuanto a trazabilidad ya que han atendido los ruegos de mejorarla y transformar el sistema a fondo apoyándose en las nuevas herramientas informáticas que hoy en día tenemos a nuestro alcance.

Siguiente paso

“A pesar de que deseábamos que el decreto hubiese sido más ambicioso, lo cierto es que los avances que proponen son todos muy necesarios y nos alegramos por esa parte”, han explicado desde UPA. Eso sí, su responsable sectorial, Cristóbal Cano, consciente de que “esto es una carrera de fondo”, ha aclarado que esperan que a lo largo de los próximos meses el decreto se complemente con otras medidas en la línea de las demandas de los productores.

Además, Cano ha pedido que la nueva norma venga acompañada de una campaña informativa y de promoción “potente” en el mercado interno, sobre todo entre la gente joven que es aquel colectivo en el que se ha detectado un menor crecimiento en el consumo. “En el país con los mejores productores del mundo, tanto en cantidad como en calidad, los consumidores deberíamos ser los número 1 en conocimiento”, ha dicho.

 

 

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